Al menos ocho miembros del brazo armado de Hamás han muerto en una incursión militar israelí en el centro de la franja de Gaza apoyada por tanques y helicópteros Apache, según testigos, fuentes hospitalarias y el Ejército israelí.

Los muertos se produjeron durante los ataques aéreos y disparos de artillería en los campos de refugiados de Al Bureij y Al Maghazi.

En la ofensiva resultó además herido grave por el disparo de un tanque un camarógrafo de "Al-Aqsa", la cadena de televisión por satélite de Hamás, informó este medio.

Otras siete personas resultaron heridas en los ataques, apuntaron fuentes sanitarias, que precisaron que varias fueron trasladadas al principal hospital de la ciudad de Gaza, mientras que las restantes son

Operación por tierra

La operación comenzó poco antes de las seis de la mañana, cuando decenas de tanques y helicópteros militares se internaron un kilómetro dentro en la franja, de la que Israel se retiró en 2005 pero mantiene sitiada por tierra, mar y aire.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas de Azedín al Kasem, indicó que tres de sus miembros murieron "en combates con una fuerza especial del Ejército israelí que se infiltró al este del campo de refugiados de Al Bureij", en el centro de la franja mediterránea.

Los milicianos de las Brigadas de Azedín al Kasem descubrieron a los efectivos israelíes cerca de un edificio residencial e intercambiaron fuego con ellos, enfrentamiento en el que resultaron muertos los tres combatientes y heridos otros dos, precisó un comunicado.

"Operación rutinaria"

Una portavoz militar israelí informó que en una "operación de rutina de búsqueda de terroristas" sus soldados dispararon y alcanzaron a cuatro palestinos armados que les atacaron.

Después, helicópteros Apache y tanques israelíes lanzaron proyectiles contra milicianos y civiles en ambas áreas, según los testigos.

El Ejército agregó que en un ataque aéreo posterior murieron "tres hombres armados" que, según testigos y fuentes sanitarias, también eran miembros del brazo armado de Hamás.

La portavoz militar insistió en el carácter "rutinario" de la operación, la segunda con un elevado número de muertos desde que Hamás se hizo con el control de la franja el pasado día 14 de junio.

El objetivo de la incursión, según fuentes militares, es buscar explosivos y túneles, como el que permitió a milicianos palestinos adentrarse en Israel para capturar al soldado Guilad Shalit, así como detener a palestinos para someterlos a interrogatorios.

Estas operaciones suelen durar entre doce horas y un día completo.