Este lunes ha tenido lugar en el Hospital Virgen Macarena el encuentro científico 'Avanzando' centrado en la enfermedad de Alzheimer, y organizado por la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética de este centro, perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío.

Esta jornada enmarcada dentro del programa 'Nutrición al día', conmemora el Día mundial de Alzheimer (21 septiembre), y tiene como objetivo actualizar los conocimientos en nutrición en el manejo clínico y nutricional de los pacientes con esta enfermedad, aunando la experiencia de los facultativos con las evidencias científicas de las que se dispone hoy día.

Según un comunicado, actualmente los especialistas trabajan por facilitar una alimentación saludable que tenga en cuenta las preferencias alimentarias del paciente y que sea adaptada en cada momento a su situación clínica. En los enfermos con desnutrición e ingesta insuficiente se prescribe utilizar suplementos nutricionales orales, especialmente si concurren otras enfermedades (infección, cirugía, etcétera).

La presentación de estas jornadas ha corrido a cargo del director de la mencionada Unidad Intercentros, Alfonso Soto, acompañado del jefe de sección de Endocrinología del Hospital Virgen Macarena, Tomas Martín, y la coordinadora de la Unidad de Nutrición del mismo centro, Juana Rabat. A estas jornadas han sido invitados los doctores Félix Viñuelas y Luis Fernández, neurólogo e internista respectivamente del Hospital Macarena.

Nutrición en alzheimer

Durante la evolución de la enfermedad, la mayoría de los pacientes presentan pérdida involuntaria de peso y desnutrición. La causa es multifactorial, aunque la disfagia y una considerable disminución de la ingesta oral son síntomas que frecuentemente se asocian a un estado avanzado de demencia.

En palabras de la doctora Rabat: "Una mejor comprensión de la trayectoria clínica de la demencia de larga evolución podría ayudar a dar una mejor atención a pacientes, familias/cuidadores y crear unas expectativas más realistas acerca de lo que deberán afrontar a medida que la enfermedad progresa".

Diversos estudios sugieren que la pérdida de peso puede ser uno de los síntomas iniciales de la progresión de la enfermedad. Para los especialistas, la monitorización del peso, estado nutricional e ingesta de alimentos es esencial para asegurar una adecuada nutrición.