Los acusados de la protesta contra los recortes que tuvo lugar en 2012 aseguran que su actitud fue pacífica

Aluden a la "violenta" respuesta de la Guardia Civil
Jóvenes acusados
Jóvenes acusados
EUROPA PRESS
Jóvenes acusados

Los cuatro acusados que presuntamente incitaron a la violencia y arremetieron contra el expresidente del Govern José Ramón Bauzá durante una protesta llevada a cabo el 28 de mayo de 2012 en el municipio mallorquín de Bunyola en contra de los recortes impulsados por el Ejecutivo autonómico, han asegurado durante el juicio por estos hechos que su actitud fue pacífica y que "en ningún momento" su intención fue la de "plantar cara" a los agentes de la Guardia Civil.

Los inculpados, que a su llegada a los Juzgados de Vía Alemania de Palma han sido recibidos y aplaudidos por una cincuentena de manifestantes de diversas organizaciones, han recordado que el Instituto Armado fue el que mostró una "violenta" respuesta contra ellos para que se retirasen del lugar.

En concreto, la Fiscalía les imputa un delito de desobediencia grave, si bien al término de la vista oral ha modificado su petición de pena, al reclamar una multa de 1.620 euros, frente al año de cárcel que solicitaba inicialmente para cada uno de ellos. Asimismo, el Ministerio Público ha retirado la falta de lesiones que atribuía a uno de los acusados.

Durante los interrogatorios, los acusados, que no han respondido a las preguntas de la Fiscalía pero sí a las de su abogado, Josep de Luis, han aseverado que "en ningún momento" mostraron resistencia a los agentes. De hecho, los testigos que han comparecido en la sala de vistas han manifestado que ninguno de los procesados increpó a los agentes, como tampoco llevaban "la voz cantante" entre los centenares de personas congregadas.

Uno de los acusados ha recordado además haber recibido un empujón que le hizo caer sobre su padre, mientras que otro de ellos ha negado que la intención de todos ellos fuese obstaculizar el paso de la comitiva compuesta por cinco vehículos todoterreno de la Guardia Civil y una furgoneta para garantizar la seguridad del presidente. Ya en fase de instrucción, aseguraron que su pretensión era recibir "de forma pacífica" a Bauzá.

Según los imputados, los agentes actuaron de forma contundente para apartarlos de la zona en la que se encontraban y, en el momento en que intentaron "recular", escucharon que uno de los mandos gritaba "ahora", siendo ese el instante en que comenzaron a detenerles.

Frente a los alegatos de los inculpados, varios de los agentes que participaron en la jornada han manifestado que los detenidos "se quedaron sentados para que no pudiera pasar la comitiva". El teniente instructor de los hechos ha apuntado que "a pesar de decirles en cinco o seis ocasiones que se retirasen, hicieron caso omiso alegando en catalán que no entendían nada". "Su actitud no era la de levantarse ni colaborar", ha incidido.

Sobre el hecho de que en la diligencia de exposición de hechos no constante el número de identificación personal del agente que la firmaba, el agente ha argumentado que "cuando uno tiene premura, no se redacta igual, pero no con ánimo de ocultar ni tergiversar nada".

Otro de los agentes ha justificado al respecto que "no sería la primera vez" y, preguntado por el hecho de que el entonces delegado del Gobierno, José María Rodríguez, dijese cuatro días antes en una entrevista que "habría detenciones" en este contexto, ha asegurado que no habló con él y que tampoco recibió la orden de arrestar a los acusados. "No hubo ninguna instrucción política de detenerles", ha abundado.

Los detenidos "no provocaron ninguna situación de peligro"

Mientras tanto, los numerosos testigos que a propuesta de la defensa han comparecido en el juicio y que participaron en la protesta de Bunyola, han asegurado que los detenidos no provocaron "ninguna situación de peligro" durante el acto "ni lideraban la protesta".

Según han recalcado todos ellos, los manifestantes se encontraban a un lado de la vía por donde iba a pasar la comitiva, sin que la carretera fuese cortada por los manifestantes. Es más, han recordado que varios coches pasaron por uno de los carriles y que si el convoy paró "fue voluntariamente". El momento de mayor tensión, han señalado, sucedió cuando comenzaron los arrestos y la gente "comenzó a protestar. Había personas que lloraban asustadas".

En la fase de exposición de los informes finales y las conclusiones, el fiscal ha recriminado que, a su juicio, los testigos "mienten" y ha aseverado que éste es un Estado de Derecho que "se va a convertir en una república bananera".

Ante esto, el abogado de los acusados se ha preguntado cómo es que entonces éstos fueron detenidos, aseverando que "la respuesta la ha dado usted" -dirigiéndose al fiscal- "al afirmar que esto es una república bananera" en la que cuatro días antes de la protesta el delegado del Gobierno dejó entrever que se producirían estos arrestos.

El letrado ha retado finalmente al fiscal a que se deduzca testimonio -se abra una investigación- "para ver quién miente, si los testigos o los agentes de la Guardia Civil".

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