Su nombre es Bond, James Bond, y nació en 1952 gracias a la imaginación del novelista inglés Ian Fleming. Una década después, con su salto al cine en la piel de Sean Connery, el personaje no tardó en convertirse en todo un icono de la cultura pop, una figura rodeada de símbolos que a día de hoy todo el mundo conoce.

James Bond es un espía británico con licencia 007 o, lo que es lo mismo, licencia para matar, sólo responde ante su jefe M, lucha contra los malhechores utilizando los sofisticados artilugios de Q y es un gran seductor (el número de chicas Bond no para de crecer) que disfruta flirteando con Miss Moneypenny. Además, es sabido que le encanta el Martini seco, agitado, no revuelto.

Sin embargo, el universo Bond no acaba ahí. Una de las grandes señas de identidad de la franquicia es su música, composiciones que ya han pasado a formar parte de la historia del cine, empezando por el tema principal, compuesto por Monty Norman y usado en casi todas las películas del agente 007, y siguiendo por las bandas sonoras, compuestas en la mayoría de los casos por John Barry o por David Arnold (los dos músicos más íntimamente ligados a la saga), y las canciones ligadas a cada uno de los largometrajes, interpretadas siempre por grandes voces del momento.

El último artista en sumarse al listado de voces Bond ha sido Sam Smith, autor del popular Stay With Me. El cantante anunció hace unos días que él ha sido el encargado de componer e interpretar Writing's On The Wall, la canción que acompañará a Spectre, la próxima cinta de James Bond, que estará protagonizada de nuevo por Daniel Craig y se estrenará el 6 de noviembre en todo el mundo (el 26 de octubre en Reino Unido).

El músico, ganador de cuatro premios Grammy este año, publicó varios mensajes en su cuenta de Twitter confirmando su colaboración en el filme, donde aseguraba que era "uno de los momentos más destacados" de su carrera. "Me emociona poder participar en esta icónica saga británica y formar parte de una de mis mayores inspiraciones musicales", manifestó el cantante.

Smith continuará de este modo una tradición que comenzó con voces como la de Shirley Bassey en la recordadísima Goldfinger, la de Tom Jones en Operación Trueno o la de la inconfundible Nancy Sinatra en Sólo se vive dos veces. Aquellos temas crearon un estilo musical que ha permanecido íntimamente ligado a la saga Bond hasta nuestros días, piezas de rock melódico con una gran carga de jazz y un fuerte presencia orquestal donde la percusión y el viento suelen reclamar el protagonismo.

Algunos temas se han salido ligeramente de la norma como la de Vive y deja morir, de Paul McCartney y su banda Wings, o incluso han cambiado totalmente el tono, como hizo Madonna en Muere otro día. Aun así, son excepciones dentro de un estilo inconfundible que ha trascendido la franquicia y ha dado lugar a temas que siguen las mismas pautas a pesar de no estar relacionados con 007 como Rain on Your Parade, de Duffy.

Carly Simon, Sheena Easton y Duran Duran también son algunos de los artistas que cedieron sus voces a los reconocibles títulos de crédito de la saga James Bond, con siluetas de pistolas y sensuales mujeres danzando en pantalla. En los 90, el debut Pierce Brosnan como agente 007 trajo uno de los temas más memorables de la franquicia, GoldenEye, de Tina Turner.

Ya con Craig como Bond, han pasado por la saga Chris Cornell (Casino Royale), Alicia Keys (Quantum of Solace) y, por último, Adele, con la aclamada Skyfall, que logró el Oscar a mejor canción en 2013. Está por verse si Sam Smith consigue un éxito similar.