Angustia, riesgo y altercados durante la muerte de 'Rompe-suelas' en el Toro de la Vega

Jovenes favorables a la celebración de el Toro de la Vega en Tordesillas.
Jovenes favorables a la celebración de el Toro de la Vega en Tordesillas.
JORGE PARÍS
Jovenes favorables a la celebración de el Toro de la Vega en Tordesillas.

El Toro de la Vega ha dejado este martes en Tordesillas imágenes de crispación y angustia. A los enfrentamientos ya previstos entre taurinos y antitaurinos se ha sumado la inesperada suelta de la res sin desalojar a los activistas de la ruta que el animal realiza desde el pueblo a la dehesa donde es lanceado. "El toro me ha pasado muy cerca. ¿Tiene que morir alguien para que esto se pare?", se preguntaba indignada una de ellas.

Desde primera hora del día, defensores y detractores se concentraban en la rotonda de entrada a este pueblo vallisoletano. El nerviosismo ha ido creciendo entre ambo bandos, pasando de la tensa calma a los insultos, las amenazas, los forcejeos, el lanzamiento de objetos e incluso los golpes. Algunos vecinos han intentado que los periodistas no pudieran hacer su trabajo y uno de los reporteros ha recibido un varazo.

El presidente del Patronato del Toro de la Vega, Gerardo Abril, ha acusado entonces a los medios de manipular. "Tenemos una dificultad tremenda para contar la verdad. La prensa es muy ignorante de cómo es el torneo verdaderamente. Cada vez que venís contáis una historia diferente de lo que veis", ha recriminado a los periodistas. Ante la insistencia de estos para que explicase el funcionamiento del festejo, Abril se ha excusado en que no había tiempo para ello. "No somos salvajes, no somos asesinos, somos taurinos", se ha limitado a añadir.

El presidente del Patronato ha lamentado la imagen que se da de Tordesillas. En línea similar se ha pronunciado un joven de 20 años de la localidad. Sin querer dar su nombre, ha reconocido a 20minutos que los toros le dan igual: "Lo que no me gusta es que se trata mal al pueblo. Más toros se matan en las plazas. Esto es una vez al año". "Si a mí no me gusta el ballet no voy al ballet. Si no les gustan los toros que no vengan", se escuchaba decir a otro vecino.

Al otro lado de la carretera, Margarita y Slavica, y como ellas los aproximadamente 300 activistas allí concentrados, criticaban esta práctica: "Están haciendo sufrir a un ser vivo hasta la muerte". Ambas mujeres, llegadas desde Cantabria, se han mostrado esperanzadas con que esta fuese la última edición del Toro de la Vega. "Lo que hacen hoy aquí está pintado en las cuevas de Altamira. La diferencia es que entonces lo hacían para comer y aquí lo hacen por diversión", exclamaba otra antitaurina, procedente de Barcelona.

Estos testimonios se han ido sucediendo hasta que a las 10.45 horas, quince minutos antes del pistoletazo de salida, los activistas han protagonizado una sentada dentro del recorrido, al grito de "Toro de la Vega, abolición" o "Tordesillas, vergüenza nacional". El ambiente se ha caldeado a un más al paso de jinetes y lanceros camino de la dehesa donde iba a ser lanceado Rompe-suelas, el toro de este año. Mientras se producían estos momentos de tensión, llegando a haber heridos, el reloj marcaba las once y los organizadores no dudaban en lanzar el cohete tras el que se suelta al astado. Uno de los activistas se encontraba en ese momento encadenado por el cuello a una señal de tráfico y necesitaba de una cizalla para liberarse.

"Ha sido alucinante. Nos hemos visto al toro encima, ha pasado a diez metros de nosotros. No han avisado. Todos hemos salido corriendo. Si se hubiese dado la vuelta habría ocurrido una barbarie. Lo que han hecho ha sido de vergüenza. Y no podíamos saltar la valla porque estaba llena e incluso había gente que no te dejaba pasar. La Guardia Civil no estaba, no ha aparecido en ningún momento. No han estado cuando se les ha necesitado", denunciaba muy enfadada Felicidad Osta, presidenta de Amnistía Animal de Zaragoza.

El torneo es declarado nulo

Estos instantes de ansiedad se vivían en esa parte del pueblo al tiempo que a dos kilómetros de allí, Francisco Alcalá, un lancero de Valderas, en León, daba muerte a Rompe-suelas. El joven de 21 años ha sido llevado a hombros hasta la plaza del Ayuntamiento, donde ha llegado el momento de la desilusión: el alcalde, José Antonio González Poncela, ha comunicado desde el balcón del Consistorio que el torneo había sido declarado nulo. El jurado ha aludido al "incumplimiento del orden de la lidia" y a que se ha hecho un lanzamiento "con el toro en movimiento y detrás de un pino", lo que no está permitido. Los lanceros que no hayan acatado el reglamento podrían enfrentarse a penas que van de los 3.000 a los 9.000 euros.

Ante las quejas de que los fuerzas de seguridad no han actuado en los momentos de mayor tensión, González Poncela ha anunciado que "se analizará con la Subdelegación del Gobierno el dispositivo que ha cubierto el festejo". En él ha habido más de 200 agentes entre Guardia Civil, Policía Nacional y personal de Protección Civil.

"El alcalde ha justificado igualmente el momento en el que se ha soltado al toro: "Todo el mundo es mayor de edad y estar dentro del recorrido es algo voluntario". Cruz Roja ha confirmado que no se ha producido ningún herido por asta y que la mayoría de las 15 personas atendidas presentaban contusiones y otras lesiones. Dos de ellas han tenido que ser trasladadas en ambulancia al Centro de Salud.

El regidor también ha respondido a preguntas sobre el futuro del torneo, toda vez que el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, ha asegurado que se prohibirá si llega a la presidencia del Gobierno. González Poncela ha asegurado que esperará a que "todo se tranquilice y seguir trabajando" como hasta ahora y se valorará "si se lleva a cabo una consulta popular" sobre si se mantiene esta polémica celebración o no.

La edición de 2015 del Toro de la Vega se cierra así con enfrentamientos, un torneo sin vencedores pero con un toro vencido y la incertidumbre acerca de su continuidad.

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