Un palestino de Hebrón salva a cinco judíos de Brooklyn

  • El palestino Faez Abu Hamadiah salvó a cinco judíos estadounidenses de Brooklyn de ser atacados en la ciudad de Hebrón, según publica 'El Mundo'.
  • "Hice lo que tenía que hacer. No me arrepiento de haber ayudado a personas que no iban armadas", ha afirmado el palestino, ahora amenazado de muerte.
En la imagen, dos colonos judíos pasean armados por Cisjordania.
En la imagen, dos colonos judíos pasean armados por Cisjordania.
© RONEN ZVULUN / REUTERS
En la imagen, dos colonos judíos pasean armados por Cisjordania.

El palestino Faez Abu Hamadiah (de 51 años) evitó el linchamiento de cinco jóvenes norteamericanos judíos en la ciudad cisjordana de Hebrón, según publica el diario El Mundo.

"Hice lo que tenía que hacer. No me arrepiento de haber ayudado a personas que no iban armadas. Desde mi terraza vi cómo les atacaban y les dije que vinieran rápido a mi casa", relata a El Mundo Abu Hamadiah.

No son días fáciles para este empresario palestino de Hebrón. Tras su crucial asistencia a los cinco estudiantes de una academia religiosa de Brooklyn perdidos en un barrio hebronita, ha recibido amenazas de muerte por parte de palestinos. Hamadiah intenta no dar importancia a los insultos y críticas en las redes. Le acusan de "colaboracionista".

"Sé que hay gente que habla mal de mí y me ataca pero hice lo correcto. Yo soy un ser humano y aunque pasé miedo mi deber era ayudarles", comenta antes de añadir: "Estoy convencido que algún día habrá paz entre israelíes y palestinos".

El violento incidente acabó sólo con heridas a dos de los estadounidenses. Todo ocurrió cuando los cinco turistas se equivocaron en su camino a la Tumba de los Patriarcas en Hebrón. "El sistema de navegación del móvil nos llevó al sitio equivocado", recuerda uno de ellos. En lugar de rezar en el santuario para el judaísmo y el Islam, acabaron en el barrio de Jabal Johar. Su vehículo fue atacado por la turba con piedras y un cóctel molotov, según los medios locales. El coche quedó calcinado.

"Ni traidor ni héroe"

Hamadiah no dudó en intervenir y les ofreció su casa como refugio. Desde allí llamó a la línea de emergencias de la Policía israelí que, con más lentitud de la esperada, avisó a las fuerzas de seguridad.

"Digan gracias a este señor que os ha protegido. Vuestro coche ha sido quemado completamente"

Uno de los jóvenes ultraortodoxos cuenta la experiencia: "Queríamos ir a rezar en la Tumba de nuestro Patriarca Abraham pero nos equivocamos en el camino. De repente nos encontramos en medio de una multitud árabe. Nos tiraron piedras y rocas. Fueron a por nosotros. Yo me escapé por la ventana del coche. Cuando conseguimos salir, gritaron "¡judíos, judíos!". Entonces uno de los árabes nos dijo: 'Venir conmigo'". Era Hamadiah. Su salvador.

Cuando el oficial israelí, escoltado por numerosos soldados, llegó a la casa del samaritano palestino para rescatar a los cinco turistas, les dijo: "Vamos a salir ahora escoltados por el ejército. Digan gracias a este señor que os ha protegido. (...) Vuestro coche ha sido quemado completamente. Gracias a Dios no os han linchado".

Uno de los habitantes explica que los shabab (los jóvenes) creían que los turistas religiosos eran colonos de Hebrón. La ciudad-una de las más antiguas del mundo- tiene mayoría palestina y una pequeña colonia israelí. Hebrón es símbolo de tensión que mezcla elementos como fanatismo, política, fe, ocupación y choques. Una populosa ciudad fragmentada tras el estallido de la Segunda Intifada a finales del 2000.

Si algo tiene claro Hamadiah es que no es un traidor ni un héroe. "Hice lo que tenía que hacer", insiste.

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