La profesora titular de Derecho Penal en la Universidad de Jaume I María Luisa Cuerda Arnau ha criticado la reciente reforma en materia antiterrorista porque "se han introducido tipos delictivos que son de dudosa constitucionalidad y pueden dar lugar a condenas que vulneren principios como la presunción de inocencia, la libertad ideológica y la de expresión", según su criterio.

Asimismo, ha advertido de que se han dado pasos cualitativos al considerar algunos indicios como delitos, por lo que se podría llegar a castigar como delito el autoadoctrinamiento cuando "la búsqueda de información en determinadas ocasiones no tiene ese fin", a su juicio.

En ese caso, la titular en Derecho Penal ha explicado que la persona afectada tendría que probar ante un juez que la finalidad por la que busca información es otra y no el autoadoctrinamiento. Además, ha recalcado que "muchas veces todo esto viene acompañado de penas desproporcionadas".

María Luisa Cuerda ha participado como ponente en el curso 'El Código Penal reformado a debate', que se ha clausurado este jueves. El seminario ha estado dirigido por el profesor de la Universidad de Granada Lorenzo Morillas Cuevas, y organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en el campus 'Antonio Machado' de Baeza (Jaén).

En su sesión, María Luisa Cuerda ha abordado la normativa antiterrorista a la luz de la reciente reforma en la Ley Orgánica 2/2015, donde ha incidido en que "se ha hecho un uso inadecuado de la legislación penal porque se relaciona con delitos muy graves y los partidos han hecho un uso demagógico de todo esto", desde su perspectiva.

Para María Luisa Cuerda, las reformas no merecen la calificación de democráticas porque "se aumentan las penas y se establecen delitos de dudosa constitucionalidad". Sin embargo, advierte de que lo más grave es que el cambio de la legislación no está directamente relacionado con una mayor eficacia en la lucha antiterrorista, puesto que no conseguirá disuadir a personas que son capaces de inmolarse y perder la vida por una causa, según ha explicado.

También ha manifestado su opinión en torno a la prisión permanente revisable, la cual considera innecesaria, puesto que "teníamos ya penas duras para delitos graves", haciendo alusión a la pena máxima de 40 años en el ámbito jurídico español. Por tanto, el problema de la prisión permanente es la dignidad, ya que "niega al individuo la posibilidad de cambio", ha asegurado.