La Generalitat, Endesa e Infosa han iniciado la segunda fase de los trabajos de soterramiento por mar de la línea eléctrica del Trabucador en Sant Carles de la Ràpita (Tarragona), que cuenta con una inversión de 100.000 euros y está considerada la más complicada de las tres fases porque se ejecutarán medidas excepcionales para proteger la flora y la fauna de la bahía de los Alfacs, donde se extenderá la línea submarina.

Según han informado los tres entes inmersos en el proyecto este jueves en un comunicado, un equipo de cinco biólogos buceadores ha iniciado el trasplante de las 300 nacras —molusco catalogado como especie de protección estricta y vulnerable— contabilizadas mediante un censo visual.

Cada nacra se medirá de nuevo al ser replantada en su zona de recepción y, al finalizar los trabajos en tres semanas, se hará un seguimiento para comprobar el grado de efectividad de la actuación visitando las zonas donde se ha hecho el trasplante en tres meses, medio año y un año.

Otra de las especies que requerirán de la aplicación de medidas para que sufra el menor impacto posible es la fanerógama marina, y se prevé que una vez reestablecidas las condiciones ambientales originales, las zonas afectadas serán recolonizadas mediante procesos naturales y se llegará a la situación actual en dos años.

En el inicio de los trabajos han estado presentes el Conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig; la directora general de Endesa en Catalunya, Isabel Buesa; el presidente de Infosa, Feliu Sucarrats, y el delegado del Govern en las Terres de l'Ebre, Xavier Pallarès.

Primera y tercera fase

Infosa, Endesa y la Generalitat invertirán 800.000 euros —con una aportación del 50%, 30% y 20%, respectivamente— en este proyecto, que se lleva a cabo en tres fases y del cual Endesa, titular de la línea, se ha responsabilizado de la obra.

En la primera fase se han dejado preparadas las infraestructuras y las dos zanjas por donde se debe extender el cableado.

En la fase final, tras haber protegido la flora y la fauna del Parque Natural del Delta del Ebro, la compañía instalará mediante un mecanismo de succión más de 4,5 kilómetros de cableado submarino entre las dos riberas.