Dos de las víctimas del pederasta de Ciudad Lineal podían haber muerto tras ingerir fármacos

Antonio Ortiz Martínez, el pederasta de Ciudad Lineal, nada más ser detenido.
Antonio Ortiz Martínez, el pederasta de Ciudad Lineal, nada más ser detenido.
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Antonio Ortiz Martínez, el pederasta de Ciudad Lineal, nada más ser detenido.

Dos de las niñas agredidas por del pederasta de Ciudad Lineal podrían haber fallecido, ya que las altas dosis de los fármacos que les obligó a ingerir las colocaron en "situación de peligro vital".

Estas son las conclusiones de un informe, al que ha tenido acceso Europa Press, realizado por la doctora en Medicina Legal y Forense María del Mar Robledo y el forense Ángel Ponce de León a petición de la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, que ejerce la acción popular.

El estudio se basa en los informes médicos hospitalarios de las víctimas, así como las declaraciones de ellas y de sus familiares. De ellos se desprende que a la testigo protegida número 3 el pederasta el administró tres pastillas y que en la vivienda donde fue agredida vomitó dos veces.

La menor, de 24,2 kilos de peso, presentaba ya en el hospital, además de importantes heridas por agresión sexual, un cuadro de intoxicación. De hecho, en Urgencias vomitó varias veces más debido a la ingesta "superior a la recomendada" de barbitúricos, como así constató el informe médico forense.

Por su parte, la testigo protegido número 4 declaró que un hombre le había administrado una pastilla junto con agua. Al llegar al hospital presentaba muy graves lesiones por agresión sexual y estrés agudo postraumático.

Consecuencia de las altas dosis de benzodiazepinas que le obligó a tomar, la niña presentaba numerosas alteraciones cognitivas, así como alteración de la importancia de la alerta y reactividad asociada al suceso.

"Efectos secundarios desconocidos"

El informe forense asegura que el testimonio de ambas víctimas son "creíbles" y que le suministraron dosis no terapéuticas de benzodiacepinas y de barbitúricos, con efectos secundarios de sedación, amnesia y somnolencia, teniendo en cuenta que en la ficha técnica de Orfidal consta "que no está  indicado en niño, lo que significa que con su administración a niños no sólo pueden aparecer los efectos secundarios mencionados sino, posiblemente, otros desconocidos".

Además, las bezondiazepinas consumidas aisladamente dan lugar a sonmolencia, apatía, ataxia y desembocar en coma. Pude haber también hipotensión y depresión respiratoria. Combinado con otros fármacos pueden provocar asimismo agitación, agresividad e insomnio, "lo que podría haber aumentado el riesgo vital si no se hubiera producido la atención médica urgente".

En este sentido, sobre estos dos casos concretos, los forenses concluyen que los efectos secundarios de estos fármacos, junto al schock traumático en el que se encontraban por la agresión sufrida, "hace que en los momentos posteriores a la agresión, encontrándose en la calle solas y desorientadas, las menores se encontraban en una situación de potencial peligro para sus vidas".

Asimismo, recuerdan que el pederasta no quiso reducir el daño posterior a la agresión sexual porque si no las hubiera dejado en las inmediaciones de un centro de asistencia y no lo hizo. "La exposición de unas menores aturdidas y gravemente lesionadas implica un plus de conciencia desalmada, de frialdad afectiva e indiferencia propias de un sujeto completamente desaferantado de cualquier factor psicoafectivo que regula la vida social normal", dictaminan los peritos expertos en la materia.

Posibles delitos de homicidio en grado de tentativa

Este informe abre la puerta a que el Juzgado número 11 de Madrid atribuya al presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, la comisión de dos delitos de homicidio en grado de tentativa. Y es que el auto de procesamiento, firmado el 6 de abril de este año, no incluyó ambos delitos, que quedaron en agresión social, punto confirmado en apelación por la Audiencia Provincial de Madrid.

Precisamente hace unos días el magistrado que lleva la causa, Juan Javier Pérez, ha cerrado la instrucción del caso, según un auto emitido el pasado 1 de septiembre, al que ha tenido acceso Europa Press.

En dicho documento, el juez incluye este informe encargado por la asociación Laxshmi apuntando a que el auto de procesamiento no vincula a las partes en cuanto a la calificación jurídica de los hechos, por lo que "cada parte es libre de formular la calificación jurídica que considere ajustada, y si considera que la administración de estos fármacos pudo constituir el delito de homicidio intentado alegado, pude formularse acusación pro tal delito, sin que ello conlleve una ampliación del auto de procesamiento".

De todas formas, el juez reconoce que la decisión sobre la admisión o no de las acusaciones corresponderá a la Audiencia Provincial de Madrid, que es la que tendrá que calificar los delitos finales que se le imputan ante la apertura de juicio oral.

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