Una mujer tiroteada por su pareja afirma durante el juicio que se cayó por la escalera

  • En contra de la opinión de los forenses, la mujer aseguró que el orificio de la cara se lo causó al clavarse el mango de la fregona.
  • Las psicólogas afirman que su discurso se basa en "la negación de la agresión, en el deseo de no perjudicar a nadie y de minimizar todos los hechos importantes en su vida".

Una mujer a quien su pareja disparó presuntamente dos tiros en la cabeza, uno de los cuales le perforó la cara, negó hoy en el juicio que el procesado la agrediera e insistió en que se hirió al caerse por las escaleras y clavarse en el rostro el mango de la fregona.

En la sección veinte de la Audiencia de Barcelona se celebró hoy el juicio contra el compañero sentimental de la víctima, Pedro L., a quien la Fiscalía acusa de un delito de intento de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas, por lo que pide que se le condene a diez años de prisión.

El Ministerio Público mantiene que en la tarde del 2 de marzo de 2006 el acusado disparó al menos en dos ocasiones a su pareja, Carmen A., en la habitación que compartían en una casa de Tordera (Barcelona), con la intención de acabar con su vida.

A la mañana siguiente el procesado llevó a su compañera al Hospital de Calella, donde fue atendida de una herida en la cara causada por uno de los disparos y la convenció de que contara a los médicos y a la Policía que había sido herida por unos atracadores cuando sacaba dinero de un cajero automático, sostiene la Fiscalía.

En su declaración en el juicio el procesado explicó que tenía el arma en su casa porque unos amigos se la habían traído para practicar "puntería" y que mientras dormía profundamente, debido al alcohol y a los somníferos que había ingerido, oyó un disparo que lo despertó y vio a su mujer con la pistola en la mano, también acostada en la cama.

"Supongo que estaría manoseando el arma cuando se produjo el disparo", apuntó el procesado, que no contó esa versión ni a los médicos ni a la Policía porque, dijo, "quería protegerla e impedir que la ingresaran en un psiquiátrico" por trastorno mental.

Negación sistemática

La víctima, que en numerosas ocasiones ha visitado al procesado en la cárcel Modelo de Barcelona donde está internado, recalcó ante el tribunal que ella "nunca en la vida" ha visto una pistola y que el orificio en la cara que presentaba se lo causó al caerse por las escaleras y clavarse el mango de la fregona.

Contradiciendo las versiones de los forenses, que aseguraron que "sin ninguna duda" la mujer presentaba una herida por arma de fuego -el segundo disparo no llegó a alcanzarla-, la víctima insistió en que si le hubieran herido de bala estaría muerta y se quejó de que se "eche la culpa" a su pareja "sólo porque viviera conmigo".

"A mí, Pedro nunca me ha hecho nada", repitió varias veces durante el interrogatorio la mujer.

Los expertos en balística de los Mossos d'Esquadra han desmontado la versión del acusado de que la mujer se tiroteó a sí misma, porque, en su opinión, de la trayectoria de los proyectiles se desprende que la persona que disparó "estaba en movimiento" y es imposible que lo hiciera acostada en la cama.

Las psicólogas que exploraron a la víctima, por su parte, destacaron que el discurso de la mujer se basa en "la negación de la agresión, en el deseo de no perjudicar a nadie y de minimizar todos los hechos importantes en su vida", lo que apunta a un posible trastorno de la personalidad.

En opinión de las psicólogas, la víctima, cuyo relato calificaron de surrealista, "no parecía que quisiera encubrir a su pareja por temor a las represalias" sino por esa obsesión en minimizar "lo evidente".

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