La Audiencia Provincial de Segovia acogerá entre los días 7 y 15 de septiembre un juicio contra 14 presuntos integrantes de una red de tráfico de estupefacientes que operaba en Madrid y que fueron arrestados en 2011 en el marco de la operación 'Buche'.

Está prevista la celebración de seis sesiones con la participación de 21 testigos y siete peritos. Los acusados, casi todos ellos de nacionalidad colombiana, comparecerán ante el juez por un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal, según informan a Europa Press fuentes de Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).

La Fiscalía pide para cada uno de los acusados penas que oscilan entre cuatro años y tres meses y seis años y tres meses de prisión, así como multas entre 800 y 120.000 euros. En total, las penas de todos ellos suman 73 años de cárcel y más de 560.000 euros de sanción.

La operación 'Buche' se desarrolló en dos fases bajo la dirección del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Segovia. En total se practicaron 17 detenciones, según informó entonces la Subdelegación del Gobierno. No obstante, serán 14 los juzgados por los hechos. Según las diligencias previas, uno se encuentra en paradero desconocido.

Las investigaciones comenzaron en junio de 2011, después de que la Guardia Civil de Segovia interviniera 500 gramos de cocaína en un control rutinario en la AP-6 y detuviera a las dos personas que los portaban.

Los agentes comprobaron que la droga procedía de Leganés (Madrid), donde un varón suministraba estupefacientes a terceros auxiliado por su pareja y el hijo de esta, bajo las instrucciones directas de otra persona y su madre.

Según las diligencias previas, el grupo estaba liderado por un cabecilla que se encargaba de la dirección y la toma de decisiones sobre la custodia de la droga y su distribución, así como de las operaciones precisas para proveerse de cocaína. Los demás seguían sus instrucciones y asumían funciones secundarias de custodia, transporte y distribución.

En el marco de la operación se efectuaron una quincena de registros domiciliarios en Madrid capital, las localidades de Leganés y Getafe y La Coruña, donde los agentes se incautaron de diverso material para la manipulación y elaboración de ladrillos y cilindros de cocaína, básculas de precisión, laboratorios con prensas y envasadoras, más de cinco kilos de cocaína, medio centenar de teléfonos móviles, una colección de relojes, armas de fuego simuladas, material informático y dinero en metálico, entre otros.

La Subdelegación del Gobierno en Segovia estimó tras el cierre de la operación que la droga intervenida —20.000 dosis— habría alcanzado un valor de millón de euros en el mercado ilícito. Tras su detención, ocho de los acusados ingresaron en prisión, que fueron abandonando entre marzo de 2012 y julio de 2013.