El presidente de la cooperativa Agroeivissa, Juan Marí, ha destacado que la producción de tomate ibicenco se ha visto especialmente perjudicada esta temporada debido a las condiciones climatológicas registradas en Ibiza y, más en concreto, por la ola de calor que hubo a comienzos de verano.

"La ola de calor de junio y julio provocó que no cuaje el fruto; es un problema muy grave, porque habíamos plantado tomate en junio y debíamos recogerlo ahora y no hay nada. Además, sabemos que este problema se ha repetido en otras zonas, como Andalucía o Francia", ha explicado a Europa Press.

Desde la cooperativa han lamentado que "estos días, el precio del tomate se ha disparado y es por este motivo".

"Habrá tomate ibicenco, pero muy poco y tenemos problemas para abastecer a nuestros clientes", ha reiterado Marí.

"Si hace unas semanas, el kilo podía costar 60 ó 70 céntimos el kilo, ahora puede llegar a los 2 euros", ha explicado Marí, quien ha señalado que "es una subida de precios fuera de lo normal".

Según el presidente, algunos fruteros intentan traer tomate de Polonia y otros países del norte "cuyos productos, al llegar aquí, tienen precios desorbitados".

El presidente ha recordado que a comienzos de campaña también se retrasaron algunos cultivos debido al frío registrado en febrero y marzo.

"Afortunadamente, después los tres meses de verano hemos tenido una campaña muy buena de sandía, de melón y de otras frutas de temporada", ha dicho.

Reclaman el fomento del producto local en las cadenas hoteleras de ibiza

El presidente de la cooperativa ha vuelto a lamentar que la "gran campaña" turística no se traduzca en ganancias para los agricultores pitiusos.

"Nuestro sector depende de otros factores, de muchas cosas. La hostelería mira mucho el tema de precios y, en ocasiones, no buscan que el producto sea de primera categoría, como sí hacen los consumidores. Es una asignatura pendiente y hay que hacer campañas para fomentar en el sector hotelero el consumo del producto local. Sería algo muy bueno", ha destacado.

Marí ha recordado que en su cooperativa tienen acuerdos puntuales con alguna cadena hotelera "y nos va muy bien a las dos partes".

"A veces nos piden trabajar por debajo del coste de producción y no podemos aceptarlo. Entre otros ejemplos, hemos tenido un melón de mucha calidad, pero sólo hemos podido comercializarlo a unos 23 céntimos el kilo", ha lamentado.

Por último, las previsiones para este año es que la facturación de la cooperativa sea similar a la de 2014, cuando se facturaron cerca de 1 millón y medio de euros, un 10 por ciento menos que en 2013, aunque "cerramos con pérdidas asumibles".

"Este año hemos planificado mejor los cultivos", ha concluido.