La cineasta Josefina Molina reivindica el derecho de las mujeres a decir lo que piensan "sin que les asesinen"

Galardonada por su "dilatada trayectoria nacional e internacional" y su difusión y divulgación de las artes y la cinematografía

La directora de cine Josefina Molina (Granada, 1936), galardonada este lunes en Santander con el VII Premio Universidad Internacional Menéndez Pelayio (UIMP), ha reivindicado el papel de observadoras que tienen las mujeres y su derecho a decir lo que piensan "sin que les asesinen".

"Sólo buscamos el derecho de expresión más sincero, la igualdad de oportunidades y la modificación de un mundo que no nos gusta", ha afirmado la galardonada, aclarando que ese mundo que desean cambiar a las mujeres no les gusta "ni para ellas ni para los hombres".

Tras recibir este galardón en una ceremonia celebrada en el Hall Real del Palacio de la Magdalena, Molina ha opinado que para las mujeres dedicadas al mundo audiovisual en España "se ha terminado el tiempo de la soledad". "Lo hemos sustituido por el tiempo de la solidaridad", ha aseverado la premiada, quien ha compartido este galardón con la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), compuesta por unas 300 mujeres que tienen el objetivo de "seguir adelante cambiando una situación que les parece injusta".

Asimismo, ha lamentado que para las mujeres sea "fácil pasar desapercibidas, hagan lo que hagan", por lo que ha mostrado su deseo de que no se deje de considerar la "escasa presencia de mujeres en los puestos directivos de lo audiovisual" como "un problema social, político y económico".

Esto se debe, en su opinión, a que esta baja representación "implica un desperdicio de capital humano y talento y afecta, con los modelos de mujer que nos proponen, a los contenidos del cine y la televisión".

Al mismo tiempo, ha defendido que es ahora cuando hay que "evitar que se pierda la fuerza de trabajo y la capacidad creativa que las mujeres pueden y deben aportar para enriquecer nuestra industria y nuestra cultura", y ello aunque al Gobierno actual, a su juicio, "tan poco aprecio" manifiesta por nuestro cine, "le pueda parecer una cuestión menor".

El trabajo creativo "produce una cierta disolución de la angustia de vivir"

Por otro lado, ha destacado su agradecimiento a la UIMP por la concesión de este premio, que supone, según ha señalado, "un privilegio" por el reconocimiento a su carrera como directora de cine, una profesión que ha definido como "no sólo una forma de ganarse la vida", sino como un arte basado en el trabajo creativo que "produce bienestar, autoestima y una cierta disolución de la angustia que produce el hecho de vivir".

Del mismo modo, ha destacado que como directora de cine no sólo ha vivido "la aventura" de su vida, sino "también la aventura de la vida de aquellos personajes" sobre los que ha hecho una película o escrito un libro. "He vivido muchas aventuras. ¿Qué otra aventura hay más grande para un ser humano, ya que la vida real propia es tan corta", ha apuntado.

Además, ha resaltado que dirigir una película es "subirse a un estrado, aclararse la voz y empezar a comunicar a los demás nuestra forma de ver el mundo". "Para que nos escuchen y, sobre todo, nos entiendan, debemos decirlo claramente. Es decir, aprender bien el lenguaje de las imágenes para asegurarnos de que lo que decimos es lo que queremos decir", ha manifestado.

Con este galardón, Molina se une a la lista de premiados, que son Marisa Paredes (2009), José Luis Borau (2010), Carlos Saura (2011), Alberto Iglesias (2012), José Luis Garci (2013) y Manuel Gutiérrez Aragón (2014). En esta ocasión, la galardonada ha recibido una pieza de Sargadelos que reproduce una cámara de placas en homenaje a los comienzos del cine, en lugar de la habitual claqueta que recibieron sus antecesores.

Josefina Molina ha dirigido películas como 'La Lola se va a los puertos' (1993), 'Esquilache' (1988), 'Cuentos eróticos' (1980) y 'Vera, un cuento cruel' (1973) así como la serie de televisión 'Teresa de Jesús' (1984) y el documental 'Función de noche' (1981). Durante su carrera ha recibido premios como el Goya de Honor (2011) y el Goya a la Mejor dirección y/o realización por su película 'Entre naranjos' (1998), además de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005).

Josefina molina,

Directora de la escuela de diderot:

"fría y calculadora"

Josefina Molina ha sido galardonada con este premio "en reconocimiento a su dilatada trayectoria nacional e internacional" en la "difusión y divulgación de las artes y las ciencias cinematográficas", tal y como recoge el fallo del Consejo de Gobierno de la UIMP del 29 de abril del 2015 y que ha leído el vicesecretario general de la UIMP, Guillermo Díaz Pintos.

Mientras, el rector de esta universidad, César Nombela, ha destacado que la obra de la premiada es "verdaderamente excepcional" y ha calificado de "hito" tanto el hecho de que fue la primera mujer que obtuvo el título de directora de cine de la Escuela Oficial de Cine, como su versión teatral de la obra de Miguel Delibes 'Cinco horas con Mario'.

"Con su obra creativa hay que reconocer su esfuerzo, lucha y empeño por ser una persona libre superando todas las circunstancias que han podido ponerse en su trayectoria. Eso es lo que más cabe destacar de un ser humano, sea hombre o mujer", ha asegurado Nombela.

Por su parte, la filósofa Amelia Valcárcel ha leído la Laudatio, en la que ha destacado que Molina es una directora "fría y calculadora" de la escuela de Diderot y cuya obra "evita las modas y los modismos, que hacen estragos en el cine" y "discurre un difícil camino de coherencia" en la que "no hizo películas falsas, no hizo imágenes falsas, no hizo series falsas".

De esta forma, he puesto de relieve que el cine de Molina "está tocado por el espíritu de la seriedad" y que es "insuperable en su comprensión de la vida vivida", al tiempo que ha destacado su papel como "militante de las buenas causas" y su "feminismo".

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