A falta de confirmación oficial, todo apunta a que Delphi y trabajadores podrían celebrar hoy la reunión que fue aplazada hasta en dos ocasiones la semana pasada.

La multinacional pedía tiempo para consultar con Estados Unidos las nuevas reivindicaciones de los empleados, que exigen la cesión gratuita de todos los activos y patentes, mas una indemnización de 500 millones de euros por los "perjuicios" que está ocasionando el proceso de cierre de la planta.

La intención de los trabajadores es poner esa importante suma en manos de la Junta de Andalucía para que lleve a cabo la "reactivación industrial de la zona".

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Con el tiempo en contra

El plazo concedido para negociar el ERE por el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz - que instruye el concurso de acreedores en el que se encuentra sumida la fábrica gaditana- expiraría el próximo día 4.

Por ello, los empleados tienen previsto firmar en su próximo encuentro el acta de negociación "tanto si hay acuerdo como si no". Así, la decisión de transformar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con extinción de contratos en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), recaería directamente sobre la autoridad judicial.

Con ello se evitaría la desvinculación laboral de los 1.600 operarios y "ganaríamos un colchón de tiempo para buscar nuevas alternativas".

Novedades a cuentagotas

Ya han pasado más de cuatro meses desde que estallara el conflicto, la actividad en la fábrica es "completamente nula" y la interlocución con la empresa no aporta grandes avances en la solución al problema.

La última novedad se daba a conocer la semana pasada. Y es que la autoridad judicial ha dado instrucciones a Delphi para que paralice toda la maquinaria que, siendo propiedad de Delphi Puerto Real, opera y produce en otras factorías ajenas a la empresa.

Según los sindicatos, de llevarse a cabo esta medida, podría repercutir en la producción mundial de firmas automovilísticas como Opel, Ford, BMW o Toyota.

Los comités de empresa de Delphi en Puerto Real y en Europa valoran positivamente esta iniciativa judicial ya que, según dicen, avala su denuncia de que los activos de la planta estaban siendo deslocalizados y que la quiebra técnica responde a "una estrategia premeditada" del gigante de la automoción.

Asimismo, Juan Antonio Castillo, del comité europeo de Delphi, asegura que el hecho de que la medida judicial pueda repercutir en la producción de todas estas firmas demuestra que "Delphi Puerto Real no es un ente aislado de la empresa matriz en EEUU tal y como pretenden hacer creer".

Concentración a las puertas

Los 1.600 empleados y sus familiares están convocados a una concentración que tendría lugar a las puertas de donde se celebre la reunión.

Ahora permanecen a la espera de nuevos acontecimientos pero están dispuestos a "llegar hasta el final con todas sus consecuencias". De hecho, el presidente del comité de empresa, Antonio Pina, ha declarado en reiteradas ocasiones que "de aquí salimos con los pies por delante". Y es que lo que está en juego es el futuro de más de 1.600 familias en una de las zonas europeas más castigadas por el desempleo.

Del calendario de movilizaciones fijado hace ya cuatro meses, aún quedan iniciativas como un encierro en las instalaciones de la fábrica o una huelga de hambre indefinida.

El resultado de la próxima reunión será vital a la hora de decidir cuándo "quemar los últimos cartuchos".