Juan Vicente Herrera ya es de nuevo presidente de la Junta de Castilla y León tras jurar el cargo en la nueva sede de las Cortes.

En su discurso prometió trabajar con "las puertas y los brazos abiertos" hacia los ciudadanos y desde el diálogo con todos.

Herrera tuvo una intervención con más énfasis que nunca en los sentimientos y emociones personales. Recordó los valores que le trasmitieron sus padres, ambos fallecidos, de fe y de brazos abiertos sin exclusiones.

Recordó que llegó a la política de carambola. "Yo nunca pensé llegar a la política, llegue por una carambola de amigos", remarcó.

"No concibo ni concebiré una responsabilidad más alta que ser presidente de mi tierra", añadió.

También tuvo palabras para el "paisano" José Luis Rodríguez Zapatero, a quien ofreció colaboración por el futuro de Castilla y León.

Especiales fueron las palabras que dedicó a su primo, amigo y confidente Julián Campo, el de las "luengas barbas", dijo, misionero seglar fallecido hace casi un año.

Julián Campo, fallecido en agosto de 2006 en un accidente ferroviario ocurrido en Villada (Palencia), ocupó junto a su familia uno de los primeros pensamientos de Herrera, al que imaginó "allá arriba, sonriendo con un poco de escepticismo" al verle tomar de nuevo posesión como presidente de Castilla y León.

Al acto acudieron 350 invitados, entre ellos los presidentes de las comunidades de Madrid y La Rioja, Esperanza Aguirre y Pedro Sanz, y el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.