Las prisas por coger un avión o un tren hacen que muchos clientes de hotel se olviden de meter en la maleta parte de lo que trajeron en su viaje. Y los objetos que más se dejan los clientes son libros, algo que le ha servido al hotel Conde Duque (plaza Conde Valle de Suchil, 5) para crear su particular biblioteca.

"Me encanta leer y la gobernanta me iba dando los volúmenes que nuestros huéspedes se dejaban olvidados en sus cuartos", recuerda Paloma Cabranes, directora comercial del establecimiento. En los hoteles, los objetos olvidados "hay que custodiarlos durante un año por si los reclaman sus dueños", aclara Cabranes. Pasado ese tiempo, en el Conde Duque decidieron hacer una biblioteca "de clientes para clientes".

En esta particular sala de lectura se pueden encontrar 40 ejemplares, "la mayoría en inglés, aunque también hay en japonés, búlgaro y griego", cuenta Cabranes. Para poder leer las obras, novelas en su mayoría, los huéspedes deben acercarse a la recepción del hotel y escoger el libro que prefieran, que podrán llevarse prestado a sus habitaciones. El hotel da la posibilidad a sus clientes de contribuir a ampliar la biblioteca con nuevos volúmenes que podrán dejarse olvidados en la habitación.

Consoladores y ositos de peluche

Además de libros, "en las habitaciones encontramos de todo". "Los cargadores de móviles son un olvido frecuente y aprovechamos también para prestárselos a los clientes". No obstante, además de "ropa, productos de aseo y zapatos, lo más raro que hemos encontrado son consoladores y un osito de peluche que una señora mayor se dejó olvidado", subraya Cabranes. "Con tanta cosa estamos pensando hacer un museo o un rastrillo", bromea.