El paradero de los jóvenes desaparecidos en Cuenca el pasado jueves, Marina, Laura y Sergio, sigue siendo una incógnita seis días después de verlos por última vez, lo que convierte este suceso en una desaparición de "alto riesgo".

Fuentes de la Unión Federal de la Policía han indicado que, tras pasar 72 horas sin noticias del paradero de los jóvenes, mayores de edad, se puede calificar de "alto riesgo", de acuerdo con el protocolo de actuaciones de otros casos similares.

Han explicado que existen señales que pueden corroborar este supuesto, como los objetos personales encontrados en el vehículo de una de las desaparecidas.

No hay noticias de Marina, Laura y Sergio desde la tarde del pasado jueves, cuando las dos chicas tenían previsto acudir a casa del joven, ex novio de una de ellas, para recuperar sus efectos personales, según el relato del primo de Laura y portavoz de la familia, Luis Javier Chamón.

Es lo último que supieron los familiares de Laura, cuyo vehículo fue encontrado horas después muy cerca de la casa del joven con efectos personales en su interior, entre ellos la medicación que precisa para tratarse una afección de tipo cardíaco.

Indicios como éstos, o el hecho de que dejase desatendido a su perro, han persuadido a la familia de que las jóvenes han desaparecido en contra de su voluntad.

Así, en este momento, los nombres de los jóvenes y sus fotografías podrían ya estar incrustados en los registros de búsqueda nacional e internacional de desaparecidos, según han indicado desde la organización sindical de Policía.

Los agentes de la Comisaría de Cuenca están trabajando sin descanso en este asunto, incluso doblando turnos para encontrar alguna pista de las chicas.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Cuenca abrió diligencias el lunes y, horas después, decretó el secreto de sumario de las actuaciones.

En estos días, familiares y allegados han inundado las redes sociales con fotografías de los tres, pidiendo que quien pueda aportar información que resulte de utilidad se ponga en contacto con la policía a través del 091, ya que reconocen estar "consternados y muy nerviosos".

En la última década en la ciudad no se recuerda un caso similar, ni tanta solicitud de colaboración ciudadana para esclarecer un asunto como éste, del que la mayoría declina hablar.

A nueve kilómetros de la capital conquense, en la pequeña localidad de Palomera tiene vínculos familiares Sergio, y algunos vecinos han comentado que se trata de "una buena familia" y que él va en ocasiones por el pueblo.