El calor castiga a los heladeros y disminuye los clientes en terrazas

  • Las altas temperaturas hacen que se empiecen a vender helados a horas más tardías, asegura La Asociación Nacional de Heladeros Artesanos
  • Las aportaciones de este año están relacionadas con sabores clásicos pero con alguna variación, como texturas, siropes o mermeladas.
  • El sector da empleo a entre 7.000 y 8.000 personas en plena temporada.
  • En los últimos años se ha experimentado un auge de ventas en provincias del interior y norte del país.
Helado con nata y fresas.
Helado con nata y fresas.
EP
Helado con nata y fresas.

El agobiante e intenso calor de las últimas semanas ha provocado la caída del número de clientes que elige pasar la tarde en las terrazas de bares y heladerías.

El presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos, José Luis Gisbert, organización con sede en Jijona (Alicante) y que cuenta con 420 asociados, se ha pronunciado al respecto.

"El exceso es malo para todo y el calor agobiante no está ayudando porque hace que se empiece a vender más tarde cada día, al no haber quien se siente a determinadas horas en las terrazas", afirma.

Cree que la temperatura idónea para los establecimientos especializados en helado artesano se sitúa hasta los 30 y 31 grados porque es un "calor paseable", queriendo decir que incita a dar una vuelta y a tomar algo refrescante.

A partir de esa sensación térmica, "no apetece salir a la calle y mucha gente prefiere quedarse en casa con el aire acondicionado puesto y tomarse algo de la nevera, aunque no sea lo que más le gustaría en ese momento".

La patronal confía en que la facturación del ejercicio económico de este año pueda superar mínimamente la de 2014, pasando de los 250 millones de euros a unos 255, si septiembre y octubre son benignos.

Aunque la temporada se centra coincidiendo con las vacaciones escolares hasta mediados de septiembre, el mes más importante con diferencia es agosto, y se espera que no defraude.

De lo que sí está seguro Gisbert es de que lo que no cambia son los sabores que triunfan: el chocolate, el turrón y el mantecado. "Esos siempre se venderán más porque una cosa buena no deja de serlo por muchas novedades que haya".

.Las aportaciones de este año están relacionadas con esos sabores clásicos pero con alguna variación (texturas crujientes, mermeladas o siropes), ya que "es fácil vender el tradicional al que añades algo más".

La patronal anima a los establecimientos asociados a que apuesten por un helado de mandarina, almendra cruda y aceite de oliva; aunque todavía es pronto para conocer el nivel de aceptación.

"Cuesta introducir helados un poco más rompedores, como éste. Por ejemplo, el de Oreo se vende ahora mucho pero tardó entre dos y tres años en tener buena acogida, porque mientras que el cliente se decide a probarlo y se acuerda de repetir... se tarda un tiempo", recordaba Gisbert.

El sector da empleo a entre 7.000 y 8.000 personas en plena temporada y gran parte de los establecimientos se hallan en la Comunitat Valenciana, Andalucía, Cataluña, Murcia y Baleares, aunque en los últimos años se ha experimentado un auge en provincias del interior y norte del país.

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