El Ayuntamiento de Madrid ha ofrecido a las familias afectadas por el derrumbe del edificio de Carabanchel viviendas en el distrito cuyo alquiler sufragaría durante seis meses, y que se adaptarán a sus necesidades en función del número de miembros de la misma. Así se lo han explicado representantes del gobierno municipal a los afectados del número 5 de la calle Duquesa de Tamames, con quienes se han reunido esta mañana para darles cuenta de las medidas que se van a adoptar y de los trabajos de desescombro y búsqueda de enseres que se están llevando a cabo.

Según ha informado la institución, junto a las soluciones habitacionales se han propuesto otras medidas de apoyo, y para sufragarlas el Área de Economía y Hacienda ha ordenado una disposición presupuestaria de emergencia que estará disponible a partir de la próxima semana, aunque de momento cada persona afectada ya ha recibido una cantidad para poder adquirir los bienes de primera necesidad. Desde el consistorio también se estudia cómo facilitar estrategias de intermediación colectiva con entidades bancarias en el caso de las hipotecas que pudieran tener suscritas los vecinos, y se ha explicado a los afectados que las labores de recogida de documentación entre los escombros están resultando "extremadamente complicadas".

La concejala del distrito de Carabanchel, Esther Gómez, ha declarado que el Ayuntamiento ha ofrecido a los afectados la Oficina de Información al Consumidor para ayudarles a realizar todas las gestiones, como reclamaciones ante sus seguros, la baja de los suministros que tuvieran contratados o cualquier tipo de asesoramiento legal y jurídico.

Igualmente se extrema la precaución respecto al inmueble colindante, que también fue desalojado antes del derrumbe, y como medida de seguridad las familias podrán regresar sólo cuando hayan terminado las tareas principales de desescombro y se haya revisado una vez más la estabilidad de la estructura.

Por su parte, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha defendido la labor de los arquitectos que inspeccionan los edificios y subraya que muchos daños no se detectan en una revisión, por lo que aboga por implantar reconocimientos "más exigentes", incluso aunque no haya síntomas de deterioro en los inmuebles.

Ante el debate generado por la eficacia de la Inspección Técnica de Edificios (ITE), que este inmueble había superado en 2012, el COAM recalca que esta inspección obligatoria "ha representado un gran avance sobre la situación anterior" y se verá a partir de ahora mejorada "a través del Informe de Evaluación de Edificios que establece la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana".

El COAM reconoce que el derrumbe de Carabanchel ha evidenciado que incluso con una ITE favorable pueden ocultarse deficiencias que no se percibieron en la inspección. "Una ITE sólo se realiza, en principio, mediante el examen de la presencia de síntomas perceptibles y solamente frente a ellos se indican ensayos o pruebas más detallados. Pero los problemas en los edificios, en ocasiones, son asintomáticos hasta un momento muy avanzado del deterioro, o bien quedan ocultos a la inspección inmediata", argumenta.