El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que no va a tirar la toalla y ha informado de que se reunirá con la dirección de Elcogas y los sindicatos "para seguir peleando para que se garantice la viabilidad y futuro de la empresa, ante la nueva situación provocada por el actual Gobierno de España".

Así se ha pronunciado García-Page en su cuenta de Facebook después de que el Ministerio de Industria haya autorizado el cierre de la Central Termoeléctrica de Gasificación Integrada en Ciclo Combinado (GICC) que la empresa Elcogas tiene en Puertollano, cierre solicitado en julio de 2014 por la entidad.

"No solo lo necesitan, sino que se lo merecen cientos de trabajadores, sus familias, todo Puertollano y toda Castilla-La Mancha. No vamos a tirar la toalla por el futuro de Elcogas", ha sentenciado el presidente castellano-manchego.

Asimismo, ha indicado que el Ministerio de Industria, "después de cambiar la política energética que ha generado esta situación", autoriza ahora su cierre, "sin querer tener en cuenta a nadie ni siquiera la singularidad de una central térmica modelo en todo el mundo en la producción de energía de manera limpia y ecológica dando viabilidad al uso del carbón como combustible".

"Detrás de todo hay esperanzas, ilusiones, personas", ha recalcado el presidente regional, quien ha recordado que cientos de trabajadores, tanto de la propia planta, como de Encasur y otras empresas que trabajan para ella.

Según ha apuntado, "una solución posible, que ha estado en todo momento en la mano del Gobierno de España y que aún no quiere tomar, es la de un régimen retributivo especial previsto por la Ley del Sector Eléctrico y que plantearon ante el Ministerio de Industria tanto la empresa como los trabajadores".

Asimismo, ha lamentado que el Ministerio haya ocultado la decisión retrasándola "intencionadamente" hasta después de las elecciones autonómicas. "Todo es cuestión de voluntad política y yo la tengo", ha dicho García-Page, quien ha destacado que en su día dijo que se dejaría la piel y seguirá haciéndolo.

"No es únicamente un compromiso personal, sino también una obligación moral de quien sabe que Elcogas es un símbolo para nuestra tierra", ha concluido.