El Mediterráneo ha vivido este miércoles una nueva tragedia en sus aguas después de que una embarcación de madera con varios cientos de inmigrantes a bordo volcase en el Canal de Sicilia, a pocas millas de la costa de Libia, cuando las autoridades marítimas se disponían a socorrerles.

Veinticinco cadáveres han sido recuperados tras el naufragio de la embarcación con rumbo al sur de Italia, confirmaron fuentes de la Guardia Costera, que temen más muertos.

El número de personas rescatadas con vida asciende a 400 inmigrantes, según la misma fuente. Este es el balance provisional del suceso ya que las operaciones continúan en curso y en las mismas participan buques de la Marina Italiana, de la operación comunitaria Tritón y el barco "Dignity I" de Médicos Sin Fronteras (MSF), entre otros.

MSF recibió una primera llamada hacia las nueve de esta mañana procedente del Centro de Coordinación en Roma para acudir al rescate de un bote de madera que se encontraba en problemas y con un gran número de personas a bordo.

Poco después, el Dignity I recibió un segundo aviso de Roma para que se desviara hacia un segundo bote con 94 personas que fueron rescatadas, entre ellas había 17 mujeres y un menor de cinco años.

El rescate de este segundo barco finalizó poco después del mediodía y las 94 personas fueron puestas a salvo. El navío de MSF volvió a recibir una nueva llamada para acudir en ayuda de la primera embarcación de madera.

Cuando el Dignity I llegó a las coordenadas indicadas, se encontraba en el lugar un barco irlandés que estaba realizando operaciones de rescate y la embarcación de madera ya había volcado, según dijo la organización en un comunicado.

"Lo que vimos al llegar a la zona era terrible: gente aferrada a los flotadores y luchando por su vida mientras veía cómo otros se ahogaban porque no sabían nadar y carecían de chaleco salvavidas", dijo Juan Matías, coordinador del proyecto de MSF en el Dignity I.

"El hecho de que nos llamaran para rescatar al bote hundido y poco después nos enviaran a ayudar a otro muestra la falta de recursos globales disponibles para las operaciones de rescate", añadió.

En cuanto al número de personas que viajaban a bordo, la Guardia Costera explicó que, de acuerdo al testimonio de algunos supervivientes, la cifra podría ascender a seiscientas personas. Por su parte, MSF elevó este dato al afirmar que unas 700 personas viajaban a bordo en el momento del vuelco.

El incidente se produjo a quince millas de las costas libias y varias embarcaciones están trabajando en las operaciones de socorro, informaron los medios italianos.

El vuelco se ha producido cuando las personas que estaban a bordo se han dado cuenta de que venían a rescatarlas y se han agolpado en uno de los costados de la embarcación, provocando el vuelco.

Hasta el lugar del vuelco ha llegado el buque irlandés L.E. Niamh y el Dignity One de Médicos Sin Fronteras.

La barcaza envió una señal de SOS con un teléfono vía satélite a la Capitanía de Catania, en la isla italiana de Sicilia. El buque irlandés ha sido el primero en alcanzar al pesquero y ha enviado dos embarcaciones para rescatar a sus ocupantes, momento en el que se ha producido el vuelco. La Marina Militar italiana ha enviado dos unidades al lugar de los hechos.

La Central Operativa de los Guardacostas en Roma, que coordina el dispositivo, recibió la alarma de la presencia de una embarcación metálica cargada de inmigrantes que se encontraba en apuros en aguas del Canal de Sicilia.

El Mediterráneo es la ruta más mortal para los inmigrantes, 2.000 han perdido la vida en sus aguas en lo que va de año.