La última actualización del Informe Nacional de Ahogamientos 2015 refleja que en Castilla-La Mancha se ahogaron cinco personas entre el 1 de enero y el 31 de julio.

En el trabajo, que ha hecho público la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, se refleja que a nivel nacional el mes de julio ha sido especialmente dramático en este tipo de muertes, con 83 personas ahogadas.

Andalucía y Cataluña, con 16 personas ahogadas en casa caso, concentran casi el 40 por ciento de los sucesos mortales de julio, y, al mismo tiempo, sitúan en este mes casi la mitad de los ahogamientos en espacios acuáticos que se han producido en estos territorios en lo que va de año, 31 muertes en Andalucía, y justo la mitad en Cataluña, que pasa, con 32 fallecimientos, a ser la Comunidad Autónoma con más óbitos por esta causa en el conjunto de España.

El resto de las muertes en julio se han producido en Galicia 11; Comunidad Valenciana 10; Castilla-La Mancha, Islas Baleares y Región de Murcia 5 en cada territorio; Aragón y Extremadura 3 en cada una; Asturias, Canarias y Navarra 2 en cada Comunidad; y Cantabria, Castilla y León y Comunidad de Madrid un fallecido en cada región.

La Rioja y País Vasco son las únicas Comunidades Autónomas en las que no se han registrado ahogamientos durante el mes de julio, al igual que en Ceuta y Melilla.

Más de la mitad de las muertes durante julio, un total de 44, sucedieron en playas, que en nueve casos, el 20,5 por ciento, estaban sin vigilancia, un porcentaje que sube al 51,8 si se tienen en cuenta las 19 muertes que se dieron en piscinas y las otras 20 que tuvieron lugar en otros espacios acuáticos, como ríos, lagos, puertos, embalses o canales.

El perfil de las personas fallecidos por ahogamiento en espacios acuáticos de España a lo largo de julio es un varón (78,32 por ciento de los 83 muertos), español (79,52%) y mayor de 45 años (69,88%).

La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo llama la atención sobre el hecho de que 10 de los 83 fallecidos el pasado mes eran menores de 10 años, que en todos los casos se encontraban en piscinas sin servicio de socorrista, por lo que insiste en la necesidad de que los niños permanezcan siempre bajo la extrema vigilancia de una persona adulta.