((Rogamos modifiquen la noticia emitida este pasado viernes 31 de julio con el mismo titular por la siguiente por error de la fuente informante. Queda como sigue))

Málaga.- Un profesor y cinco alumnos de la UMA participan como voluntarios para mejorar la vida en suburbios de Lima

Un equipo del proyecto de cooperación internacional de la Universidad de Málaga (UMA), dirigido por el profesor Marcos Castro —Facultad de Económicas— y compuesto por cinco alumnos, llegó el pasado 16 de julio a la ciudad de Lima (Perú) para mejorar las condiciones de vida en el distrito de Villa María del Triunfo, que con más de 380.000 habitantes continúa recibiendo una ingente migración de la provincias interiores.

En concreto, el equipo se centrará en Villa Lourdes, uno de los nuevos barrios formado en los últimos ocho años donde se encuentran las peores condiciones de vida de este asentamiento humano, sin urbanización ni conexión a las redes de agua o luz eléctrica, han informado, a través de un comunicado, desde la UMA.

La Organización No Gubernamental (ONG) que participa también en este proyecto es Peruanos Sin Agua, conocida internacionalmente por la instalación de atrapanieblas que consiguen cosechar el agua de la niebla perpetua que hay en los meses del invierno y permitir obtener un recurso clave para el desarrollo social y económico de la comunidad.

La labor en el terreno consiste en cuatro ámbitos, por un lado el apoyo técnico a la ONG para que regularice su situación y le permita una mayor capacidad de maniobra en la construcción de atrapanieblas; la formación en materia de planificación estratégica en asentamientos humanos; la identificación e intervención inicial en la comunidad, dirigida al empoderamiento de la mujer y mejora de las condiciones de los colectivos en riesgo de exclusión social; y analizar el impacto ambiental de los atrapanieblas sobre el ecosistema natural.

ALUMNOS

Los cinco alumnos que integran el equipo multidisciplinar desarrollarán su trabajo de Fin de Grado o máster a partir de la experiencia en este proyecto, con el fin de extraer conclusiones y definir buenas prácticas aplicables a otros territorios.

A su vez, proponen alternativas que mejoren las condiciones de vida de las más de 400 familias que allí residen y posibilitan un modelo de poblamiento más sostenible, donde la soberanía participativa hídrica y alimentaria dejen de ser una promesa.