Los jóvenes andaluces son más clásicos que la media

Más del 90% quiere formar una familia tradicional (vivir en pareja y tener hijos) y ser propietario de un piso y un coche. Sólo un 37,5% vive todavía con sus padres.

A pesar de los años, hay cosas que no cambian. Y la juventud andaluza (hasta 35 años) sigue deseando una familia tradicional. Más de un 92% (el 88% en España) se ve viviendo en pareja y con hijos, en vez de viviendo solo o con amigos. Éste es uno de los datos del Observatorio Cetelem sobre hábitos y tendencias de consumo en 2006.

Lo que sí tienen es ganas de irse de casa, a juzgar por las cifras. En la región, sólo un 37,5% vive aún con sus padres,  frente al 45,1% de media nacional. En lo que sí se parecen a los jóvenes del país es en que prefieren (un 95,6%) tener vivienda en propiedad antes que alquilar, y vehículo propio (92,3%, frente al 91,4% nacional) antes que usar el transporte público.

Quedar, mejor en casa

Aunque los andaluces tienen fama de salir mucho, los jóvenes empiezan a preferir cada vez más su casa o la de amigos para reunirse (65%, frente al 50,8% de la media nacional), como sucede en otros países europeos. Otra diferencia con el resto del país es que para comprar acuden tanto a grandes superficies como a tiendas de toda la vida (los españoles prefieren lo primero) y usan más Internet (un 49%) para buscar información antes de ir a la tienda.

Internet. Con conexión

Cerca del 70% de los jóvenes andaluces tienen en casa conexión a Internet. Es un nuevo canal para relacionarse, pero el 85,6% cree que no sustituye al cara a cara.

Teletrabajo. Un 37%, partidario

El 37% preferiría trabajar desde casa. Es el mismo porcentaje de la media nacional. Aun así, sólo un 0,6% del total de trabajadores españoles practican esta opción.

La situación laboral. Les preocupa

Los jóvenes andaluces están descontentos con su situación laboral y económica. Les preocupan las dificultades para encontrar un trabajo estable y un sueldo digno.

¿Eres de los que se casan?

Isabel Contreras. Estudiante de Comunicación, 21 años. «Yo no quiero una vida tradicional. Prefiero trabajar para mí y poder disfrutar de mi dinero, viajar y esas cosas. Sí quiero tener pareja, porque la afectividad es necesaria, pero no pienso en el matrimonio.»

Iván Yevthukov. Trabaja en Supersol, 27 años. «Teniendo suficiente dinero sí que me casaría; tendría mi casa, un coche, porque ya estoy viendo que tengo edad y ganas de tener una familia y mis hijos. Pero no me casaría por obligación.»

Raquel García. Farmacéutica, 30 años. «Yo no soy esas personas, me conformo  con poder vivir. A veces la vida te da esas cosas y a veces no, y hay que disfrutar de lo que se tiene y, sobre todo, no desear lo que no se tiene».

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