El subdelegado comunica a la familia de Soledad Donoso que los restos que faltaban están en Madrid

El subdelegado del Gobierno central en Córdoba, Juan José Primo Jurado, ha informado a la familia de Soledad Donoso que los restos óseos de esta víctima de asesinato cuyo paradero se desconocía se encuentran en Madrid, en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

El subdelegado del Gobierno central en Córdoba, Juan José Primo Jurado, ha informado a la familia de Soledad Donoso que los restos óseos de esta víctima de asesinato cuyo paradero se desconocía se encuentran en Madrid, en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

Según han confirmado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno, así se lo comunicó este jueves a la familia Primo Jurado, horas después de que, en una reunión previa, los familiares le reclamaran al subdelegado que indagara dónde se encontraban los restos extraviados.

Según ha informado la familia y avanza en su edición de este viernes 'Diario Córdoba', "el juzgado no se los había reclamado a Toxicología", por lo que el miércoles, cuando todo estaba dispuesto para darles sepultura, la Policía solo le entregó en el mismo cementerio una caja con tres huesos.

Una vez conocido el paradero de los restos, tras las gestiones realizadas ante la Policía por Primo Jurado, María del Mar Donoso, una de las hermanas de la joven que falleció de forma violenta en 1992 y cuyo cadáver fue hallado junto al río, ha señalado que "ahora por lo menos tenemos la tranquilidad de saber que no se han perdido", pero ha insistido en que esto se ha conocido "porque la familia se ha movido, ya que nadie nos daba respuestas". Además, la nueva noticia no alivia la situación "macabra" que vivieron el martes, por lo que, según ha anunciado, la familia no parará "hasta encontrar al responsable de lo que pasó".

Precisamente, la familia denunció el miércoles en el juzgado de guardia la "falta de restos cadavéricos" de Soledad Donoso y ya apuntó a que "ha habido una negligencia". Esto se produjo tan solo unas horas después de que, con todo dispuesto para la inhumación, recibieran en el mismo cementerio de San Rafael una caja con tan solo dos fémures y un húmero, a pesar de que en su día se exhumó "el cadáver completo" para analizar los restos una vez que se reabrió el caso.

Tras toparse con la desagradable sorpresa, la familia se desplazó al juzgado de Instrucción número 7, encargado del caso, en busca de respuestas. Una vez allí, sin embargo, la jueza se negó a recibirla y la familia se mostró "indignada" por todo lo ocurrido.

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