Los robos por el método de la escalada se están multiplicando en las últimas semanas en el centro de Valencia, espoleados por el intenso calor, que hace que los vecinos dejen abiertas ventanas y balcones, lo que favorece la acción de los cacos.

Los dos últimos casos se produjeron la noche del pasado martes por la anoche en los céntricos barrios de Velluters y El Carmen, donde son más propicios estos sucesos al tratarse de edificios antiguos con balcones bajos, a los que es más fácil acceder.

El primero de ellos se produjo alrededor de las 23.30 horas. Según el afectado, el ladrón araña accedió a un segundo piso aparentemente deshabitado al estar en obras y se llevó una bici. La tiró por el balcón y se marchó en ella.

A las 2.30 horas, sucedió lo mismo. Los propietarios estaban dentro y, al oír ruidos, se levantaron corriendo y cerraron antes de que el ladrón pudiera entrar. La semana pasada tuvo lugar otro caso en la misma zona y, hace un par de meses, hubo otro en el barrio de La Seu.

Según explicó ayer uno de los afectados, la Policía le comunicó que ya había un sospechoso detenido relacionado con estos casos, aunque fuentes policiales no lo confirmaron. Desde el Sindicato Unificado de Policía aseguraron que está habiendo un aumento de estos casos como consecuencia de la ola de calor.

La ola de calor se está conviertiendo en un perfecto aliado de los amigos de lo ajeno. Precisamente, la ciudad de Valencia llegó este martes por la noche a los 25,7 grados, lo que supone el registro más alto desde julio de 2006, cuando se alcanzaron los 25,9 grados, según informó el centro en la Comunitat de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).