En Fuenlabrada, el número de multas por dejar excrementos caninos en la calle saltó en un año de 2 a 200. No es que hubiera más vecinos incívicos, sino que se creó la brigada secreta de la Patrulla Verde en la Policía Local.

Eso ocurrió en 2004 y, tres años después, el municipio del sur presume de ser el único que utiliza agentes de paisano para perseguir a quienes no cumplen con su obligación de retirar las cacas.

"Si te ven de uniforme, recogen el excremento"

"Si los dueños te ven de uniforme, recogen enseguida el excremento. Por no recibir una multa de 300 euros hacen lo que sea, pero hemos ido de paisano y ese mismo dueño se ha dejado la caca en medio del parque", confiesa el agente Rubio.

La medida la califican de éxito y no se explican cómo otros municipios no les han copiado. "La capital, por ejemplo, sólo puso el año pasado una multa", recuerda el agente Rubio. Ellos, en cambio, llevan puestas más de 50 sólo en lo que va de año.

"Aún así sabemos que no hemos conseguido erradicar el problema del todo, pero estamos allí donde más denuncias recibimos de los vecinos", cuenta Rubio. El Ayuntamiento, además, premia a los que recogen los excrementos regalándoles correas y pinzas recoge-cacas.

Las zonas más sucias en la capital

Para los lectores de 20 minutos, los distritos madrileñós más sucios por las cacas de perro son Puente de Vallecas, Carabanchel y Salamanca.

Son los más señalados en el medio centenar de cartas recibidas en la redacción de este periódico.

Los siguen de cerca Chamartín, Fuencarral, Hortaleza y Ciudad Lineal. En la capital hay censados 250.000 perros.