El Gobierno municipal se ha comprometido este viernes en la Comisión de Presidencia y Participación Ciudadana del consistorio a cumplir con una iniciativa presentada por el grupo municipal de Chunta Aragonesista (CHA) para que Zaragoza sea una ciudad laica.

La propuesta de CHA, presentada en marzo de 2013, solicitaba derogar el actual Reglamento de protocolo, ceremonial, honores y distinciones, en lo referente a la asistencia obligatoria de los miembros de la corporación municipal a los actos religiosos.

Este protocolo fue aprobado en marzo de 2008, por PSOE, PP y PAR, y en el mismo se obliga a todos los concejales a asistir a los actos de carácter religioso, como la procesión del Santo Entierro, Corpus Christi, la misa el día del Pilar o el Rosario de Cristal.

"Respetamos profundamente las creencias de cada persona, como no puede ser de otra manera ya que como tal pueden ir a los actos religiosos que quieran, pero no como miembros de la corporación municipal ya que vivimos en un Estado aconfesional", ha recordado el portavoz municipal de CHA, Carmelo Asensio.

En este mismo sentido, ha afirmado que "nos alegramos de que el gobierno de la ciudad asuma esta iniciativa de CHA y quiera cumplir con el acuerdo del pleno para modificar el Reglamento".

El primer punto de la moción no fue aprobado al votar en contra el PP con el PSOE. En él se solicitaba instar a los miembros de la corporación a no asistir como tales a los actos religiosos sin perjuicio de su asistencia a título individual, en cuyo caso deberían hacerlo sin los distintivos recogidos en el reglamento como son la banda roja de alcalde o concejal, la insignia de edil y el bastón de mando.

Chunta Aragonesista ha considerado que la obligatoriedad de asistir como concejales a los actos religiosos "colisiona con los derechos y libertades recogidos en el Estatuto de Autonomía de Aragón y la Declaración Universal de los Derechos Humanos en donde se declara que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión".