Para unos atentan contra el derecho a la intimidad y para otros son una garantía de seguridad. Las cámaras de videovigilancia siempre han generado polémica y debate, pero lo cierto es que su uso se está incrementando de forma espectacular en la Comunitat.

Y es que, según han informado fuentes de la Agencia Española de Protección de Datos, hasta el pasado 1 junio la Comunitat Valenciana tenía registrados 21.969 ficheros de espacios controlados por cámaras, frente a los 17.643 que había un año antes y los 14.117 de hace dos años.

Esto supone que ha habido un incremento del 55,6% en dos años. La cifra de ficheros corresponde al número de entidades que tienen autorizadas la instalación de cámaras, ya que cada fichero puede contener una o decenas de ellas.

En cuanto a los sectores, el aumento se concentra en las comunidades de vecinos, con un incremento del 63,5% en dos años, seguido del turismo y la hostelería, con un aumento del 46,4%, y en tercer lugar se encuentran los comercios, con un 45% más de ficheros que en el año 2013.

Desde la Agencia de Protección de Datos han recordado que para poder instalar cámaras los interesados siempre deben señalizarlas debidamente. Además, no pueden obtener imágenes de espacios públicos, salvo que resulte imprescindible para la finalidad de vigilancia que se pretende o resulte imposible evitarlo. Las imágenes se deben eliminar en el plazo máximo de un mes desde su captación.

La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia solicitó recientemente a la concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, la instalación de cámaras de seguridad en determinadas calles comerciales para evitar robos. La entidad argumentó que varias ciudades como Málaga o Barcelona ya han instalado estos dispositivos por las calles con buenos resultados en cuanto a disminución de infracciones.