Tras siete intensas etapas de correr por Myanmar y Malasia, subir y bajar escaleras, hacer autoestop, mendigar alojamiento y superar todo tipo de retos físicos, las canarias María del Amor y Yareli y los cuñados Ángel y Bea lucharán este lunes (a las 22.30 en Antena 3) por convertirse en los ganadores de Pekín Express: La ruta de los mil templos.

Estas dos parejas se impusieron la semana pasada a los blogueros Lorea y Ángel y a los desconocidos, Aitor y Charo, favoritos en las redes sociales y terceros en la clasificación general. En el último programa deberán dar lo máximo de sí mismos para ser los primeros en llegar a la bandera roja de Singapur (último país de la ruta), donde les esperará Cristina Pedroche para poner punto y final a la aventura.

Por primera vez en ocho etapas, los aventureros cambiarán sus grandes mochilas por unas más pequeñas y urbanas para adentrarse en una agotadora yincana de más de doce horas. Los vencedores podrán canjear los amuletos conseguidos por su valor económico. A los que ya poseen podrán añadir otros como recompensa de diversas pruebas. Además, los más rápidos en llegar a determinados puntos obtendrán ventajas que serán cruciales en la última y decisiva fase de la gran final.

La joven y guapa Cristina Pedroche ha sido una de las claves de esta edición. Su inexperiencia como presentadora y el cariño de la audiencia por sus predecesoras (Raquel Sánchez Silva y Paula Vázquez) se lo ha puesto difícil. Desde el principio ha estado en el punto de mira de los seguidores de Pekín Express, quienes han criticado su falta de soltura y naturalidad salvo en los momentos en los que no ha sido incapaz de contener las emociones, que no han sido pocos.

Otro de los puntos fuertes del programa ha sido, como viene siendo habitual, su selección de concursantes: dos amigos de un pequeño pueblo de 400 habitantes, un matrimonio que intenta superar una infidelidad, un vasco y una andaluza que jamás se habían visto antes... y los gemelos extremeños Manuel y José Luis, que han protagonizado la mayor parte de momentos cómicos y memorables de esta edición, aunque su comportamiento, a menudo egoísta, infantil y poco deportivo, les ha granjeado el odio de buena parte de la audiencia.

Las parejas finalistas también han dado mucho que hablar. Los catalanes Ángel y Bea son cuñados. Él es bombero y su buena forma físca ha sido clave para obtener la victoria en muchos momentos del programa. Su carácter es tranquilo y reflexivo, lo que a menudo choca con el ánimo alocado y temperamental de la hermana de su mujer, que tan pronto está eufórica como llena de ira.

Por otro lado, las canarias María del Amor y Yareli acudieron al programa como buenas amigas, pero han tenido numerosos desencuentros y fuertes discusiones durante la aventura. Descaradas y provocativas, no han dejado indiferente a nadie. María del Amor es enérgica, decidida y algo agresiva al hablar. Yareli en cambio tiene un carácter más suave y una actitud demasiado relajada para el concurso, según su compañera.

El programa ha tenido hasta ahora una audiencia media del 13,4%, un dato modesto pero que le ha permitido colocarse habitualmente como la segunda opción preferida por los espectadores en la noche de los lunes, sólo por detrás de la comedia de Telecinco Anclados.