La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha advertido de que "la hegemonía" del actual "poder" del nacionalismo está "sesgada" por "la limpieza étnica provocada por el terror" y por la ausencia de "miles de ciudadanos que tuvieron que exiliarse por la presión de ETA".

Quiroga ha realizado estas manifestaciones durante la ofrenda floral celebrada por el PP en Ermua en homenaje al concejal popular de la localidad secuestrado y asesinado por ETA hace 18 años, Miguel Ángel Blanco.

Al acto, han acudido también su hermana y presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, además de otros cargos del PP como Nerea Llanos, Antón Damborenea, Leopoldo Barreda, el portavoz del partido en Ermua, Fernando Lecumberri, además del delegado del Gobierno central en el País Vasco, Carlos Urquijo, y miembros de Nuevas Generaciones de Bizkaia.

Quiroga ha asegurado que recordar a Miguel Ángel Blanco no solo es un acto de justicia, sino un ejercicio "indispensable" para la sociedad vasca, "oprimida durante tantos años por los efectos devastadores del odio e intolerancia de ETA"

La presidenta del PP vasco, que ha señalado que Mari Mar Blanco y su familia son un "ejemplo de dignidad, coraje, generosidad y democracia", ha afirmado echar en falta en el homenaje del PP al edil asesinado el "arrope institucional" del Gobierno vasco y ha defendido la necesidad de "pasar de las palabras a los hechos".

Quiroga ha indicado que a Miguel Ángel Blanco su final "no le llego accidentalmente" sino, que "lo decidieron por él". Ha señalado que "por qué y para qué son preguntas que no tendrán más respuesta" que el "vacío", una "vacío escondido tras el odio y la sinrazón".

A su juicio, esa vacío solo se puede llenar con la memoria y, en ese sentido, ha afirmado que "cada uno a su manera pretende huir de ese pasado". Quiroga ha señalado que "es tal el desgarro de vidas truncadas por nada y para nada" y es "tal su tragedia", que "nadie ni nada podrá inducir un estado de amnesia colectiva".

Según ha manifestado, su memoria recuerda la necesidad de formar una sociedad compacta, "lejos de esos políticos tan exquisitamente neutrales y siempre amarrados al poder que sólo han contribuido a dividirla".

Quiroga ha afirmado que el asesinato de Miguel Ángel Blanco "rompió un silencio" y la "crueldad del atentado nos vacunó definitivamente en la lucha contra el miedo" y abrió "una puerta a la ilusión y a la esperanza".

La líder del PP, que ha indicado los populares seguirán recordando que esa puerta "sigue abierta", se ha preguntado si puede haber normalidad en Euskadi "si quienes justificaron los asesinatos se niegan a asumir la inmoralidad de su conducta, a aceptar las responsabilidades contraídas con las víctimas, a replantearse los postulados ideológicos con que sustentaron su comportamiento".

"poder del nacionalismo"

En este sentido, ha aludido a "la hegemonía del poder que se está viendo ahora por parte del nacionalismo" y ha indicado que es un poder "sesgado por la limpieza étnica provocada por el terror, por los miles de ciudadanos que tuvieron que exiliarse, por la presión de ETA y de la que ahora sus seguidores y otros resultan beneficiarios netos".

Quiroga ha señalado que ETA "ha dejado el solar vasco embarrado moralmente, resentido" y cree que no se regenerará hasta que la memoria colectiva "se asiente en un relato honesto y justo".

Ha denunciado "los esfuerzos por seguir con esa deplorable teoría del conflicto", que es el "mismo argumento" que "utilizan los dictadores". En este sentido, ha señalado que en Euskadi no se asesinaban a "tiranos o dictadores" sino "ciudadanos demócratas de todas clases".

"Se lo digo claramente al Gobierno vasco que no merecen la misma consideración los que murieron que quienes los mataron, mutilaron, amenazaron o extorsionaron. No se puede seguir cometiendo los mismos errores del pasado", ha añadido.

No obstante, se ha mostrado convencido de que la batalla contra la "impunidad" también se "va a ganar" y serán capaces de "escribir la verdadera historia de lo que ocurrió" porque es el "único camino para el futuro de la sociedad vasca".

Mari mar blanco

Previamente, ha tomado la palabra Marimar Blanco, quien ha reconocido que, cada vez que vuelve a Ermua tiene el "corazón encogido" y el estómago cerrado".

Blanco ha indicado que tiene recuerdos "muy bonitos" de su infancia, adolescencia y juventud en Ermua hasta que ETA decidió "secuestrar" a su hermano y lo hizo porque era "un gran amante de la libertad" y se "negaba" a asumir que formara "parte de normalidad" vivir en un pueblo o en una comunidad en la que se daban "tiros en la nuca" y se "miraba hacia otro lado".

La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo ha señalado que su hermano se negó "a vivir con la intolerancia" y decidió dar "el paso" de afiliarse al PP, partido al que ha agradecido su apoyo a las víctimas. "Gracias al PP, al PP del País vasco, que demuestran, a pesar de lo que algunos puedan decir, que no olvida a sus compañeros, no olvida a las víctimas y para el PP las víctimas del terrorismo siguen siendo un auténtico referente moral", ha indicado.

Blanco, que ha indicado que los principios de "memoria, dignidad y justicia", siguen formando parte del ADN del PP, ha señalado que, hace 18 años "empezó el principio del final de ETA", además de una "tragedia" para su familia. "La sociedad vasca se dio cuenta de que no se podía seguir mirando hacia otro lado", ha añadido.

Ha señalado que se estuvo "muy cerca" de lograr el final de ETA pero el PNV "prefirió romper el pacto de unidad de todos los demócratas para aliarse con los que habían provocado tanto dolor y tanta tragedia".

URKULLU

En este sentido, ha señalado que "de poco le valen" las palabras del lehendakari, Iñigo Urkullu, que recientemente pidió disculpas a las víctimas del terrorismo. "Puedo dar una oportunidad a los que acaban de llegar pero a los viejos conocidos sus buenas palabras ya no me valen, me valen los hechos y los hechos, a día de hoy, me demuestran que siguen anclados en la equidistancia, en la ambigüedad, en cerrar deprisa y corriendo estos más de 50 años, ahí desde luego no nos van a encontrar".

Mari Mar Blanco ha destacado que ya se ha conseguido el fin de ETA porque el Estado de Derecho ha funcionado y ha logrado "derrotar policialmente" a la banda, por lo que ha dado las gracias a la FSE. Tras afirmar que las cinco nuevas detenciones contra ETA son "la mejor prueba de que no va a haber impunidad", ha indicado que todavía queda la disolución de ETA y la "batalla del relato final" basado en los principios de "verdad, memoria, dignidad y justicia".

En este relato deben estar "los nombres de todas las víctimas del terrorismo, pero también todos los nombres de todos y cada uno de los verdugos". Ha añadido que no se puede cerrar el relato "con impunidad, con equidistancia, con ambiguedades".

También ha tomado la palabra el presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea, ha denunciado que se pretenda "mezclar a las víctimas" porque ello "legitima el terrorismo" y ha asegurado que los nacionalistas "no apoyaron ni una sola medida democrática para acabar con el terrorismo". Ha añadido que el Gobierno vasco no está cumpliendo el "mandato de deslegitimar el terrorismo" sino que "lo enmascaran con muchas violencias".

Por su parte, el presidente de Nuevas Generaciones de Bizkaia, Nacho Toca, ha denunciado que PNV y PSE "se han dado la mano con aquellos no condenan el terrorismo" y el portavoz del partido en Ermua, Fernando Lecumberri, ha lamentado que sigan "representados los campeones de la equidistancia y el empate infinito" y los que se niegan a condenar" los asesinatos de ETA y, en concreto, el del edil del PP de Ermua.