Día sí, día no, surgen nuevos problemas laborales en Valladolid. El penúltimo ha sido el de la segunda empresa industrial con más empleados de la ciudad, Michelín. Sus 1.650 trabajadores de aquí, más los de Aranda de Duero y Vitoria (en total, 7.000), decidieron romper ayer la paz social y se lanzaron a la calle para quejarse por la actitud de la compañía a la hora de negociar un nuevo convenio colectivo.«Lo tienen bloqueado», dice el responsable de la sección sindical de Comisiones Obreras en la fábrica, Gerardo Cortijo. «Empezamos la negociación en febrero y no hemos avanzado nada por su actitud», aclara.
Más horas de trabajo
La disputa se centra ahora en saber cuál de las dos propuestas se toma como punto de partida. La que han hecho los sindicatos o la que ha confeccionado la compañía. «Han ignorado nuestras peticiones y, encima, entre sus condiciones figura el aumento del número de horas de trabajo para una buena parte de los empleados», comenta Cortijo. Además, tampoco están de acuerdo con la pretensión de Michelín de indicar con tan sólo diez días de antelación las jornadas que por convenio existen de posible trabajo (ahora se avisan con un mes).
Ante esta situación, ayer se concentraron en la puerta de la fábrica. Medida que piensan repetir cada semana, si no hay solución. Hoy, próxima reunión.
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