El ministro de Agricultura alemán, Christian Schmidt, anunció este jueves la intención de poner fin en Alemania en menos de dos años a la práctica de eliminar mediante triturado a los polluelos macho, nada más salir del cascarón, por no servir para la producción de huevos.

"Mi objetivo es acabar con la trituración de polluelos en 2017", aseguró el ministro al referirse a esta práctica, criticada por los defensores de los animales, y mediante la cual se eliminan al año en Alemania unos 45 millones de polluelos macho. Maria Krautwald-Junghans, responsable del proyecto en Leipzig, se mostró confiada de que los equipos estarán desarrollados para esa fecha.

Schmidt garantizó a la Universidad de Leipzig y a sus socios subvenciones de 1,17 millones de euros, que junto a los dos millones de puestos ya a disposición, lograrán desarrollar una técnica que permita en un futuro determinar el sexo del polluelo a los tres días de su incubación. De este modo, se podrán descartar previamente los huevos sin necesidad de recurrir al triturado de los polluelos vivos.

Con este nuevo método se abrirá un pequeño orificio mediante tecnología láser en el huevo incubado tres días que permitirá determinar a través de una espectroscopia Raman en el infrarrojo cercano, el sexo del embrión. Una vez realizado, se volverá a tapar el orificio abierto en el huevo.

La Asociación Alemana de Defensa de los Animales subrayó este jueves que a largo plazo será necesario el abandono del sistema vigente para dar paso a la crianza de aves que sirvan tanto para la producción de huevos como de carne: "Un ministro que afirma que matar polluelos atenta contra los principios de la ley de protección animal en realidad sólo puede estar a favor de la prohibición".

Por otra parte, el ministro y el sector de la avicultura firmaron un acuerdo para poner fin hasta agosto de 2016 a la controvertida práctica de cortar parte del pico a gallinas ponedoras y pavos de engorde.

"Podrá haber excepciones, por ejemplo en casos de canibalismo o si las aves se arrancan las plumas", indicaron los productores del sector.

En el caso de España, el Real Decreto 348/2000, de 10 de marzo declara en el Anexo I que queda prohibida toda mutilación excepto el caso de recorte del pico de las aves de menos de 10 días destinadas a la puesta de huevos, para evitar el picado de las plumas y el canibalismo.