Via Crucis a Kobetamendi

  • Más de 20.000 personas peregrinaron ayer a la primera jornada del Bilbao Live Festival.
  •  Camisetas negras y cruces al cuello eran su uniforme.
Un grupo de jóvenes asisten, ayer, al concierto de Blood Simple, uno de los siete grupos de metal que tocaron en el primer día de festival. (G. Artaza).
Un grupo de jóvenes asisten, ayer, al concierto de Blood Simple, uno de los siete grupos de metal que tocaron en el primer día de festival. (G. Artaza).
Un grupo de jóvenes asisten, ayer, al concierto de Blood Simple, uno de los siete grupos de metal que tocaron en el primer día de festival. (G. Artaza).
Las camisetas negras y los
vaqueros rotos parecían ayer el uniforme obligado de los jóvenes, y no tan jóvenes, que acudieron a la primera jornada del
Bilbao Live Festival . El tirón de
Iron Maiden se dejó notar y el público se lanzó en masa al recinto de Kobetamendi desde primeras horas de la tarde. Y eso pese al peregrinaje que supone subir hasta allí.

La jornada no empezó con muy buen pie para los más madrugadores. «He venido a las 16.30 h pensando que no habría nadie y llevo más de media hora de cola; lo de un autobús cada dos minutos y medio no sé de dónde se lo han sacado», gruñía Unai, un joven de 24 años de Durango, en la plaza Pitxitxi, donde se cogen los autobuses. Diez bilbobuses subiendo y bajando no daban a basto para todos los fanáticos del metal.

Una vez dentro del recinto, los chavales miraban el programa para decidir a cuál de los dos escenarios tocaba ir. Abrió el festival el grupo vizcaíno Vhaldemar, que con su heavy-power-metal, empezó a calentar los motores de los que esperaban con impaciencia el momento por el que habían subido hasta allí: el concierto de Iron Maiden.

Entre concierto y concierto, de los siete que hubo ayer, los hijos del metal soportaban la espera con bocadillos, kebabs, o incluso pizzas. Por supuesto, cerveza y kalimotxo, a 6 y 7 euros el katxi, respectivamente, no podían faltar.

Triunfa el bono de cuatro días

La opinión de los que llegaron ayer al recinto de Kobetamendi era unánime: el precio del festival no es barato, pero compensa. «Sólo hay que pensar en lo que te puede costar uno de los conciertos principales por separado», comentaba Nuria, una joven catalana de 18 años que llegó ayer para disfrutar de los dos primeros días del Live Festival. Y es que 65 euros por cada día de conciertos, excepto el del jueves que viene (351) hizo pensárselo a más de uno. Sin embargo, el bono de 180 € para los cuatro días ha tenido un gran éxito.

Jonathan Ruiz. 22 años, Iurreta. «He cogido bono para los cuatro días. El cartel de este año me parece bueno, aunque echo de menos algún grupo como Machine Head, que decían que iba a venir. De todas formas, por el precio, compensa».

Laia Albert. 16 años, Barcelona. «He venido porque me gustan mucho los festivales, pero, sobre todo, por Red Hot Chili Peppers. Comparado con otros, el de Bilbao es de lo mejor que hay. Además, me gusta el ambiente de esta ciudad».

Aitor Salsidua. 21 años, Barrika. «Es la primera vez que vengo a un festival de este tipo. Me llama Iron Maiden por el espectáculo que montan. Los cabezas de cartel de este año son muy buenos, pero creo que los demás son un poco de relleno».

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