Proyecto Hombre atendió el año pasado en Cantabria a un total de 326 personas, que representan un incremento del 13% respecto al ejercicio precedente, cuando prestó servicio a 289.

Destaca el notable aumento de los usuarios afectados por problemas de alcohol y que precisaron tratamiento, ya que el número pasó de 18 a 45 en tan solo un año, esto es, un repunte del 150%.

Estos y otros datos se desprenden de la Memoria de Proyecto Hombre Cantabria 2014, que ha sido presentada este miércoles por su directora, Eloísa Velarde, y el psicólogo Roberto Verdugo.

En rueda de prensa, Velarde ha apuntado que las personas empiezan a consumir alcohol -que sigue siendo una de las sustancias que más problemas generan- antes que otros consumidores, mientras que se ponen en tratamiento más tarde que el resto, de ahí que el deterioro que sufren es "mucho más grave".

También destaca el aumento, del 22%, de los usuarios del programa penitenciario, al que el año pasado acudieron 83 cántabros, frente a los 68 de 2013.

De hecho, el programa de Atención a la población reclusa concentró al mayor número de personas a las que prestó servicio Proyecto Hombre Cantabria en 2014, con un total de 83, seguido de los participantes en el programa de Valoración y diagnóstico (79), de Alcohol (45), Cocaína (37), Reinserción (27), Comunidad terapéutica (27), Ludopatías (14), y Menores y jóvenes y Seguimientos judiciales, cada uno de ellos con 6 usuarios.

También ha aumentado, según ha destacado Valverde, el número de voluntarios que participan en Proyecto Hombre Cantabria, entidad conformada por un equipo de 63 personas -38 mujeres y 15 hombres- entre especialistas en adiciones, psicólogos, abogados, pedagogos o hasta un psiquiatra que se ha incorporado recientemente para el atender a la patología dual, es decir, aquella a la que a los problemas de adición hay que sumar otros de carácter mental.

A día de hoy, atienden a 111 usuarios en los diversos tratamientos que ofrece Proyecto Hombre Cantabria, que el próximo mes de noviembre cumplirá 23 años, habiéndose convertido en una entidad "referente" en atención de adiciones y rehabilitación de personas, ha subrayado la directora en Cantabria.

Sobre las novedades puestas en marcha el año pasado, ha citado un nuevo modelo metodológico, que incorpora un informe sobre reducción de daños y riesgos.

Problema de primer orden

Velarde ha recordado también que las drogodependencias y adiciones siguen siendo un problema "de primer orden", y la "prueba" de ello -ha dicho- es el aumento del número de usuarios. Y al tiempo que se ayuda a los afectados, se presta también servicio y se atiende a las familias -234 en la región-.

Tras señalar que las adiciones "alteran" la "responsabilidad" de las personas, la directora de Proyecto Hombre ha pedido que no se estigmatice a los afectados, sino que se contribuya a favorecer su recuperación mediante, por ejemplo, la reinserción laboral.

De igual modo, ha llamado a apostar por recursos extrapenitenciarios, para garantizar que fuera de estos centros no se den casos de reincidencia entre personas adictas.

Tras apuntar a la existencia de nuevos perfiles o patrones que se inician en el consumo de sustancias, Velarde ha subrayado la actualización de los tratamientos, para adecuarlos a las personas que los precisan.

Los tratamientos son un menú.

En este punto, Verdugo ha comentado que los tratamientos son como "un menú", que no se destinan a un único perfil de usuarios, sino a "varios", de modo que se "adaptan" a las personas que los necesitan.

Así, a modo de ejemplo, ha señalado que "siempre ha habido" problemas derivados del consumo de alcohol, aunque en los últimos años ha "cambiado la manera de beber".

Esto hace, ha indicado el psicólogo, que acuda más gente a Proyecto Hombre, y que sean también "más jóvenes". Asimismo, ha señalado que cada vez asiste más gente aquejada de trastornos mentales derivados de las adiciones.