La presidenta del Grupo Parlamentario Socialista y futura vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, ha señalado este martes que para los socialistas es un "reto" gestionar la Sanidad y las Políticas Sociales.

En el debate de investidura, ha criticado a los que querían que el PSOE optar "por lo fácil" en el Gobierno regional, pero cree que entonces estarían "renunciando" a su propia condición. "Hemos venido a arremangarnos y trabajar", ha señalado.

Por ello, ha avanzado que diseñarán una sanidad como servicio público de la que los canarios estarán "orgullosos", con un plan de urgencias y terminando las infraestructuras sanitarias pendientes del archipiélago.

Hernández ha incidido en que "la crisis no ha terminado" y no dependerá solo de factores externos, sino de la "voluntad política", y ha prometido una "apuesta" por un cambio de modelo económico y una educación pública "de calidad".

Según Hernández, la "impronta" del PSOE se deja sentir en el programa de Gobierno, y ha abogado por que Canarias "siga adelante sin dejar a nadie en la cuneta", promoviendo que "el clamor de la calle" impregne la acción de gobierno y los debates del Parlamento.

Asimismo, ha prometido que el Ejecutivo va a "involucrarse más que nunca" en evitar los desahucios ya que no solo se pierde una casa, "son desahucios de vida".

En cuanto a las relaciones con el Estado, ha ofrecido "cooperación" pero también "firmeza" en la defensa de los intereses de las islas, reclamando acabar con un sistema de financiación autonómica que está "desfasado", al tiempo que ha pedido al PP que "agilice" la reforma del Estatuto, donde se incluye la reforma electoral.

Hernández ha dicho que hay que "escuchar mucho a la gente sencilla", y ha destacado los "compromisos valientes" del programa de gobierno por mejorar la vida de los canarios. "Canarias merece que nos pongamos a trabajar y contará con nosotros en este camino", ha apuntado.