Paludismo, fiebre amarilla, rabia, cólera... Estas enfermedades remotas pueden amargarle las vacaciones si viaja a lugares exóticos. La prevención es la clave y las vacunas, la mejor arma para combatirlas. Mayo, junio y julio son temporada alta.

En lo que va de año, más de 1.000 granadinos han pasado ya por el Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Virgen de las Nieves para vacunarse antes de partir a un país lejano. Para julio ya hay citados más de 200.

Y como en todo, en esto  también hay modas. El sudeste asiático (Vietnam, Tailandia y China) y África (Senegal, Kenia y la República Sudafricana) son los lugares lejanos a los que los granadinos prefieren viajar ahora. Eso, sin olvidar la Rivera Maya, Perú, Bolivia, Brasil o Venezuela.

«El riesgo va en función del tiempo de permanencia en el país y del tipo de alojamiento en el que se hospede el viajero; no es lo mismo ir de mochilero que a un hotel de cuatro estrellas», explica Amelia Fernández, la responsable de este centro de vacunación.

Para que sean efectivas, la Organización Mundial de la Salud aconseja vacunarse un mes antes de viajar o, como mínimo, con 15 días de antelación. En las zonas con riesgo de fiebre amarilla exigen a los turistas un certificado que acredite que se ha puesto la vacuna 10 días antes.

Un botiquín personal

Se recomienda a los viajeros llevar un botiquín completo con productos como sales para la deshidratación, pastillas potabilizadoras de agua y cualquier medicamento que pueda ser necesario. También aconsejan concertar un seguro de viaje e incluso el tipo de ropa que hay que utilizar. Por ejemplo, como a los mosquitos les gustan los colores y los olores fuertes, piden que se usen colores tipo camuflaje. Los champús o geles de baño, mejor sin olor. Más información en el 958 020 123.

Fiebre Amarilla. Es una de las vacunas obligatorias para viajar a los países del mapa marcados en verde, donde hay que entrar con un certificado. La transmiten los mosquitos.

Hepatitis A. Existe en múltiples zonas muy atractivas para el turismo. Se propaga a través del agua, alimentos contaminados y por contacto con infectados. Es la infección más común.