Saben dónde encontrarla para firmar un contrato, pero no para multarla. O, al menos, la empresa no se deja ver tanto. Pamasa ha sido sancionada con 300 euros por el Ayuntamiento por empezar las obras del carril-bus en el número 27 de la avenida de Andalucía antes de las 8.00 h, cuando está prohibido. Pero el problema es que el Consistorio no atina a enviar la sanción a la dirección correcta y no la encuentra.

Urbanismo la contrató para ejecutar el carril-bus, pero el Área de Medio Ambiente no ha podido notificar la multa porque «ignora» su domicilio o, cuando fue el repartidor, no había nadie. Por eso, lo publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), para que Pamasa lo supiera y pudiera recurrir la multa.

Pero el plazo para alegar acabó. Finalmente tiene que desembolsar 300 euros, aunque cuando se abrió el expediente le pedían el doble. Falta por ver si en la empresa llegaron a leer el BOP.

Pero esto de que el Consistorio multe y después no encuentre a los inculpados tiene su problema.

Y lo mismo le ocurre al propietario del bar Asucar, en pleno centro histórico de la ciudad y adonde basta con ir a notificarle a la barra: 36.000 euros por superar el nivel de ruido provocado por la música y la climatización, y por manipular el limitador acústico.

Y pese a que ellos son sólo las personas a las que no encuentran, al Ayuntamiento ya no le tiembla la mano con el ruido. Gritar en la calle, 450 euros, y la misma cantidad por circular en el coche con la música a toda pastilla.

Por cierto, a los interesados en Pamasa: calle Fidias, 21, polígono Santa Bárbara.

Lo que dice la ley. De ruidos y perros

La ordenanza prohíbe ir con el perro sin collar ni bozal y le obliga a recoger la caca. No se le ocurra escupir en la calle, son 60 euros. Los bares deben extremar la precaución con las puertas abiertas. Se persigue y son 450 €.

Los casos reales. 300 € por cantar

Hay algunos divertidos a los que han multado con 300 euros por tocar las palmas y cantar en plena calle. A otros que les ha dado por quemar cables en la vía pública, 48 euros. Y pasear con el perro sin bozal cuesta 180 euros.