El Programa de Impulso a la Construcción Sostenible de la Junta de Andalucía (Picsa), gestionado por la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio a través de la Agencia Andaluza de la Energía, ha sido seleccionado como finalista de los premios RegioStars 2015 de la Comisión Europea, galardones que están destinados a "destacar los proyectos europeos más innovadores cofinanciados por los fondos de cohesión de la Unión Europea".

Así lo ha anunciado este sábado la Consejería en una nota en la que ha explicado que el objetivo de estos premios es "reconocer las buenas prácticas en el desarrollo regional y señalar proyectos originales e innovadores que sean atractivos e inspiradores para otras regiones europeas".

El jurado de estos galardones ha seleccionado entre los 143 proyectos que se han presentado a esta edición a 17 finalistas pertenecientes a 15 Estados miembros de la Unión Europea; en concreto, Austria, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Irlanda, Polonia, Portugal, Rumanía, España, Suecia y Reino Unido.

De las cuatro categorías de las que consta este premio, Andalucía compite en la de crecimiento sostenible, como iniciativa que "moviliza inversiones en eficiencia energética para el beneficio de la ciudadanía y la sociedad en general", junto con otros dos proyectos liderados por la ciudad de Londres y por un consorcio formado por distintas instituciones procedentes de Austria, Bulgaria, Hungría, Italia, Rumanía y Serbia.

En palabras de la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, "ser finalistas al premio RegioStars 2015 no es solo una etiqueta que designa un gran proyecto, sino que supone el reconocimiento internacional a regiones y ciudades por sus iniciativas creativas e innovadoras en el uso de fondos de la Unión Europea".

Tras ser evaluados por un jurado independiente, los cuatro ganadores serán anunciados durante la Semana Europea de las Regiones y Ciudades (

Open days) del 12 al 15 octubre de 2015. La comisaria Cretu y el eurodiputado Lambert van Nistelrooij harán la entrega de los trofeos y certificados a los proyectos ganadores en la ceremonia que se celebrará el próximo 13 de octubre en Bruselas.

Impulso a la construcción sostenible

El pasado mes de abril de 2014, la Junta de Andalucía puso en marcha el Programa de Impuso a la Construcción Sostenible, como una medida de carácter coyuntural que, según destaca la Administración autonómica, "está permitiendo paliar la situación de urgencia del sector" a través una línea de incentivos y financiación reembolsable dirigidos a "promover actuaciones de ahorro energético, mejora de la eficiencia energética y aprovechamiento de las energías renovables en edificios ubicados en Andalucía".

Este programa, que ha popularizado las medidas de ahorro energético entre la ciudadanía andaluza, ya ha sido objeto de varios reconocimientos internacionales y está teniendo una "repercusión directa" en la mejora del sector, que "está recuperando su papel en la economía andaluza, según los últimos datos de desempleo y población activa".

Gracias a este programa, se estima que se han movilizado en Andalucía 283 millones de euros a través de las 40.000 actuaciones que se encuentran actualmente en ejecución por las más de 8.000 empresas colaboradoras del mismo. Una vez estén finalizadas todas las actuaciones apoyadas se prevé un ahorro en la factura energética de hogares y empresas de 320 millones de euros, el ahorro y diversificación de 43.000 tep/año y que se evite la emisión de 100.000 toneladas de CO2.

Como "continuidad del esfuerzo realizado", y con perspectiva a medio-largo plazo, el Gobierno andaluz también aprobó el pasado mes de enero el Plan Integral de Fomento de la Construcción y Rehabilitación Sostenible, 2020, con el objetivo de "impulsar el cambio compartido por todos los agentes hacia un modelo de construcción más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, basado en aprovechar las oportunidades ligadas a la rehabilitación y en particular, a la adecuación energética, de modo que contribuya a la cohesión social".

El plan recoge 91 medidas para mejorar el ahorro y la eficiencia energética de las edificaciones, configurar un tejido productivo especializado en construcción sostenible, impulsar el uso de fuentes renovables, agilizar y reducir trámites administrativos, favorecer la transparencia frente a las prácticas especulativas, incorporar en las adjudicaciones públicas requerimientos de inserción laboral, atender las necesidades de vivienda y energía de los colectivos más vulnerables y fomentar la creación de un 'clúster de la construcción sostenible' capaz de establecer alianzas y captar y exportar proyectos.