Los pacientes de linfedema del Morales reciben formación para prevenir y enfrentarse a sus enfermedades

El objetivo es implantar la escuela de espalda en las unidades de apoyo de fisioterapia de centros de atención primaria del Área VI

El Servicio de Rehabilitación del Hospital Morales Meseguer de Murcia dispone de dos escuelas que enseñan a sus pacientes afectos de linfedema o con problemas de espalda a prevenir o tratar la aparición de síntomas y complicaciones que pueden surgir como consecuencia de sus respectivas enfermedades.

Así lo ha hecho saber a Europa Press el jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Morales Meseguer de Murcia, Juan Vicente Lozano Guadalajara, quien ha explicado que las escuelas de pacientes no solo abarcan el tratamiento de la enfermedad, sino que también pretenden que los usuarios aprendan aspectos importantes en el control de sus enfermedades.

En este momento, el Hospital cuenta con una escuela de espalda, que abarca fundamentalmente los problemas de lumbalgia mecánica crónica. Esta unidad atiende a usuarios que padecen problemas de columna, que es la causa más frecuente de problemas del aparato locomotor en atención primaria, con un gran número de pacientes.

Este año 2015, el Servicio de Rehabilitación del Hospital ha puesto en marcha una segunda escuela que atiende tanto a pacientes que tienen riesgo de desarrollar un linfedema a consecuencia del tratamiento que reciben para el cáncer de mama, como aquellos que ya padecen la enfermedad. El objetivo es proporcionarles herramientas para conocer y enfrentarse mejor a su patología y prevenirla.

La escuela de pacientes de linfedema alcanza los 15 pacientes trimestralmente, mientras que la escuela de espalda, que lleva en marcha desde 2010, ha alcanzado los 800 pacientes en total. Lozano señala que el nivel de satisfacción de los pacientes que han completado el programa es "muy elevado".

El objetivo es que el paciente disponga de un nivel óptimo de conocimiento de su enfermedad, lo que le va a permitir mejorar el uso de los recursos sanitarios y mejorar su calidad de vida. Se trata, añade, de programas terapéuticos pero, sobre todo, preventivos y educativos.

En el caso del linfedema, la escuela enseña a los pacientes conocimientos sobre lo que es la enfermedad, con el fin de que sepan exactamente lo que les pasa o lo que les puede pasar. Asimismo, se les proporcionan consejos sobre cómo afrontar su vida cotidiana, el trabajo o actividades deportivas.

Y es que hay pacientes que desconocen cómo pueden desarrollar determinadas actividades laborales, deportivas o cotidianas. Asimismo, se les proporcionan consejos de higiene postural y de higiene personal. En definitiva, se trata de aspectos cotidianos que en una consulta habitual no tienen cabida.

Estructura del programa

Tanto la escuela de linfedema como de espalda cuentan con una estructura menos rígida que la de una consulta, ya que cuentan con las ventajas de un tratamiento grupal, en el que los pacientes conocen a otras personas que padecen sus mismos problemas, lo que hace que mejoren la adhesión y dedicación al tratamiento.

El formato de los cursos también resulta más motivador para los propios médicos y profesionales sanitarios que atienden estas patologías y que están en contacto con estos pacientes.

La escuela de espalda tiene una duración de dos semanas, a lo largo de las cuales los pacientes asisten a un coloquio dirigido por un médico especialista en rehabilitación, así como a una charla impartida por un fisioterapeuta centrado en problemas de espalda.

El resto de días, los pacientes realizan talleres y tratamientos grupales en los que desarrollan actividades de higiene postural, ejercicio físico adaptado y actividades preparatorias para su vida laboral y deportiva.

Con estas actividades, los pacientes aprenden a realizar correctamente labores que luego desarrollarán en su vida cotidiana, como una correcta posición ergonómica para actividades de la vida ordinaria.

De momento, el equipo sanitario que compone la escuela de espalda está dirigido por la médico del servicio de Rehabilitación, doctora Bataller, son la doctora López Lozano y los médicos Residentes del Servicio de Rehabilitación, mientras que las sesiones prácticas las desarrollan Ana Bernal, Maria Pellicer y Violeta Martín, fisioterapeutas del Servicio de Rehabilitación.

La escuela de linfedema, por su parte, está dirigida por la doctora López Lozano, que es quien realiza la sesión teórica, mientras que los fisioterapeutas del servicio de Rehabilitación especializados en el tratamiento del linfedema intervienen en la realización del taller práctico.

Proyecto de extensión

Ahora, el Servicio de Rehabilitación del Hospital Morales Meseguer tiene en marcha un proyecto que pretende implantar el programa de escuela de pacientes con problemas de espalda en las unidades de fisioterapia de apoyo en los centros de atención primaria del Área VI de Salud.

El doctor Lozano explica que la experiencia recabada durante años en el Hospital "es suficiente como para ser más ambiciosos e intentar implantar este programa en los centros de atención primaria".

Lozano explica que el Hospital está a la espera de ver cómo se puede adaptar la estructura de la escuela a la de los centros de salud y, aunque no cuenta con un plazo para su extensión, su intención es que el año 2016 comiencen a funcionar.

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