Gafas de sol: ¿cuándo usar un cristal más oscuro? ¿qué color de lente elegir?

Las gafas de sol son unos de los complementos favoritos del verano. Casi todo el mundo las lleva, pero hay que tener cuidado con las que no están homologadas. También resulta interesante conocer qué tipos de filtros son recomendables.

Como recuerda la asociación Visión y Vida, "no solo deben escogerse por criterios estéticos, sino también por sus propiedades ópticas y fundamentalmente por sus características como protectoras ante las radiaciones ultravioleta (UV)".

También desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optomestristas (CGCOO) han advertido esta semana de los riesgos que implica el uso de este producto sin certificación de calidad alguna y lamentan la falta de concienciación social a este respecto.

Visión y Vida recuerda que existen cinco categorías diferentes de filtro solar, que va desde el filtro 0 (con una absorción de la radiación visible menor al 20%) hasta el filtro 4 (de absorción prácticamente completa).

En todos las casos con absorción de la radiación UV pero, para elegir entre uno y otro, es necesario prever el uso que vamos a hacer de las gafas. "Si el uso que le vamos a dar a las gafas es el de protección en alta montaña o nieve, hemos de adquirir unas lentes muy oscuras, de filtro 4, que, sin embargo, son incompatibles con la conducción", ha explicado Salvador Alsina, presidente de la Fundación.

En cambio, si somos urbanitas y nos gusta llevar gafas siempre, aunque el día esté nublado, debemos decantarnos por unas lentes ligeramente coloreadas de categoría de filtro 0 ó 1.

Las primeras lentes, muy claras, absorben hasta el 19% de los rayos, válido en días cubiertos o para su uso en interior; y el filtro 1, de lentes ligeramente coloreadas, absorben entre el 20% y el 56% de los rayos solares. "Perfectas para su uso en ciudad", explica Alsina.

Las polarizadas son recomendables para lugares donde pueden producirse muchos destellos que nos deslumbren, como por ejemplo en la playa, donde con un filtro 3 sería suficiente en un día soleado.

Por otro lado, optar por cristales coloreados (como el amarillo y el naranja) sirven, por ejemplo, para la conducción nocturna. Facilitan un campo de visión más alargado y protegen frente a destellos.

Los especialistas señalan que los cristales marrones, grises y verdes son los que menos alteran los colores de visión. El verde (en día soleado) y el naranja (en nublados) serían los más aconsejables para miopes y el marrón para personas operadas, por ejemplo, de cataratas.

Según un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), los problemas oculares aumentan hasta un 25% en la época estival. De hecho, en los últimos años ha crecido la incidencia de cataratas en población joven y el número de tumores en la piel de los párpados.

Fotoqueratitis (heridas en córnea), edema de párpados, queratoconjuntivitis, dolores de cabeza y jaquecas son algunos de los primeros problemas que aparecen en los pacientes inmediatamente después de una exposición excesiva a la luz del sol. Los expertos observan con preocupación como en los últimos años ha crecido además la incidencia de cataratas en población joven y el número de tumores en la piel de los párpados. "Resulta extraño, pero se trata de una zona muy sensible y el cáncer de piel es una de las primeras consecuencias de una exposición sin protección", destaca el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optomestristas (CGCOO), según recogía esta semana Eroski Consumer.