EA advierte de que la puesta en funcionamiento de canales de riego constituye una trampa mortal para muchas especies

Ecologistas en Acción ha alertado hoy de que el inicio de la campaña de riego y la puesta en funcionamiento de los canales de la provincia de Palencia para distribuir el agua por tierras agrícolas suponen, debido a su diseño, una trampa mortal para todo tipo de animales, silvestres y domésticos.
Corzo ahogado
Corzo ahogado
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Corzo ahogado

Ecologistas en Acción ha alertado hoy de que el inicio de la campaña de riego y la puesta en funcionamiento de los canales de la provincia de Palencia para distribuir el agua por tierras agrícolas suponen, debido a su diseño, una trampa mortal para todo tipo de animales, silvestres y domésticos.

Y es que EA, a través de un comunicado recogido por Europa Press, recuerda que la forma más usual de estos canales es en U, lo que imposibilita la salida no solamente de los animales sino de las personas. Hay otros canales cuyo vaso se asemeja a una V pero con una inclinación de las caras laterales muy pronunciada, lo que sigue dificultando, cuando no imposibilitando, la salida.

Estos canales, sobre todo los de mayor capacidad, suponen, en opinión del colectivo ecologista, un riesgo latente para la fauna y para las personas. "Son muchas las especies que se ven afectadas por estas infraestructuras: perros, gatos, ovejas, corzos, jabalíes, zorros", y este problema de mortalidad, añade, puede traducirse en un problema de salud pública si no se retiran los cadáveres de los animales ahogados.

La advertencia parte del hecho de que este agua se usa para el riego de tierras de labor y huertos principalmente, lo que distintos patógenos de los cadáveres pueden pasar a la cadena alimentaria. Especial mención merecería el Canal de Villalaco, que registra una cantidad importante de corzos y jabalíes ahogados y que no son retirados del canal, descomponiéndose en el agua.

Sesenta corzos ahogados al año

En este canal, EA sostiene que vienen a ahogarse más de 60 corzos anualmente y también una cantidad no despreciable de jabalíes. Por ello, han sido varias las denuncias formuladas ante el Seprona, sin resultado alguno.

El estado primitivo del canal de Villalaco, con taludes tendidos y en tierra, permitía que los animales que caían en el mismo pudieran salir sin mayores contratiempos. Por el contrario, el proceso de modernización que llevó a cabo la CHD entre los años 2002-2011, ha convertido el canal, a día de hoy, en "una trampa mortal para cualquier animal e incluso para las personas".

Ecologistas en Acción ha solicitado a la CHD que tome cartas en el asunto, proceda a evaluar los riesgos de estas infraestructuras, realice un inventario para concretar los puntos negros y adopte las soluciones necesarias para permeabilizar los canales y minimizar el impacto.

El riesgo planteado se produce por la inexistencia de pasos transversales específicos para el paso de la fauna, así como por la ausencia de sistemas de rampa interior adecuada para la salida, lo que hace que los animales que intentan subir por las inclinadas paredes del canal se rompan las patas sin conseguirlo.

EA incide en que una vez caído al canal, las posibilidades de un animal de salir son nulas debido al caudal de agua y la fuerte corriente, por lo que entiende que hacer un mantenimiento y limpieza de los puntos de retención en intervalos cortos de tiempo favorecerá que esta situación no se convierta en un problema de salud pública.

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