Dos cooperantes de Cruz Roja Española en CyL se desplazan a Nepal cuando se cumplen dos meses del terremoto en el país

Dos cooperantes de Cruz Roja Española en Castilla y León constituyen una Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo desplegada en la localidad de Kalikasthan en Nepal cuando se cumplen dos meses del terremoto en el país.

Dos cooperantes de Cruz Roja Española en Castilla y León constituyen una Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo desplegada en la localidad de Kalikasthan en Nepal cuando se cumplen dos meses del terremoto en el país.

Diez delegados expatriados componen los dos envíos de ayuda humanitaria al país entre los que se encuentran la abulense Sara Escudero y el salmantino Ángel García, según ha señalado Cruz Roja en un comunicado recogido por Europa Press.

La intervención de Cruz Roja Española se centrará durante las próximas semanas en la puesta en marcha de proyectos de recuperación de los medios de vida de las comunidades afectadas con el fin de incrementar sus alternativas de generación de ingresos y las capacidades de las familias.

Estas medidas incluirán la entrega de efectivo para cubrir necesidades básicas, la distribución de bienes, la formación ocupacional y actividades de generación de ingresos a nivel familiar y comunitario.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ha desplegado una operación "sin precedentes" en Nepal a través del envío de una decena de ERU y otros equipos de emergencia, además de lo que cuenta con el papel de la Cruz Roja Nepalesa que intervino desde el primer momento con más de 6.600 voluntarios.

A pesar de estos, las mismas fuentes señalan que el impacto de los terremotos que han sacudido a Nepal es de tal magnitud que se tardará años en lograr una "cierta normalidad" y siempre en función de la ayuda que se reciba.

El Delegado Internacional de Cruz Roja, Ángel García, ha explicado que la población nepalesa "no puede pensar en la recuperación, por el momento" ya que existen poblaciones con más de un 95 por ciento de devastación de sus viviendas e infraestructuras básicas como escuelas o centros de salud por lo que hace falta mucha ayuda.

Nepaleses acostumbrados a las adversidades

Los nepaleses conviven de forma habitual con las consecuencias de la llegada de las temporadas de los monzones, dos veces al año, un fenómeno que genera vientos que desencadenan lluvias torrenciales y fuertes inundaciones por lo que a lo largo de los años se han visto obligados a desarrollar su capacidad de adaptación a los cambios estacionales.

Sin embargo, el impacto del terremoto del pasado 25 de abril, de 7,8 grados, y de un segundo seísmo de 7,3 grados dos semanas después, han añadido mayor complejidad a estos retos y ha limitado las capacidades de las comunidades y las familias para hacerles frente, especialmente para sectores con alta vulnerabilidad previa.

Además de los esfuerzos llevados a cabo por Cruz Roja para asistir a los damnificados por los terremotos, entre los que figuran la asistencia sanitaria, refugio, dotación de agua o higiene; entre las acciones en esta fase de la respuesta se incluyen acciones como el almacenamiento de alimentos dirigido a prevenir los efectos adversos que la temporada monzónica pueda tener sobre la población.

Se estima que el monzón tendrá una duración de un promedio de 105 días, con mayores precipitaciones en las regiones del centro y este del país, las más dañadas por los terremotos.

Población necesitada

Cuando se cumplen dos meses del terremoto del 25 de abril, las necesidades de los nepaleses están vinculadas al suministro de agua ya que se estima que en torno a un millón de personas carece de acceso a instalaciones, el saneamiento porque se han perdido más de 180.000 letrinas familiares o alojamiento después de que casi 100.000 personas hayan sido temporalmente desplazadas por lo que necesitarán alojamiento en doce de los 14 distritos más afectados.

Otras necesidades están vinculadas con las escuelas, ya que hay 7.800 escuelas y más de 32.000 aulas destruidas o gravemente dañadas, también se une la seguridad alimentaria con 236.000 agricultores afectados en 6 distritos, así como la salud.

La intervención en materia de saneamiento también es por lo que Cruz Roja Española ha desplegado su Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Saneamiento Masivo en el distrito de Rasuwa, uno de los más afectados por los terremotos.

García ha señalado como objetivo de la ERU el establecimiento de los medios sanitarios adecuados para la gestión de residuos de una población de hasta 20.000 personas, además de trabajar en acciones de sensibilización y promoción de higiene

Por otra parte, el equipo de Cruz Roja Española en Nepal colabora también en la rehabilitación de un hospital para niños y niñas con discapacidad en Kalika, en cuyo terreno se ha establecido el campo base de la Unidad de Saneamiento Masivo.

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