Archivan la denuncia del robo de un recién nacido del que no se encontró ni el ataúd

La justicia acaba de archivar la denuncia que interpuso en Cartagena una familia por el robo de su recién nacido, a pesar de que durante la exhumación del enterramiento no se localizaron ni el cuerpo, ni restos de ropas y ni siquiera había rastro del ataúd en el que supuestamente había sido inhumado un bebé en 1979.

La justicia acaba de archivar la denuncia que interpuso en Cartagena una familia por el robo de su recién nacido, a pesar de que durante la exhumación del enterramiento no se localizaron ni el cuerpo, ni restos de ropas y ni siquiera había rastro del ataúd en el que supuestamente había sido inhumado un bebé en 1979.

En el archivo, la fiscal de Murcia, Graciela Marco, asegura que no existen indicios de delito para seguir investigando el caso, según han informado fuentes de la Asociación Bebés Robados de la Región de Murcia en un comunicado.

Su presidenta, Inés Madrigal, no sale de su asombro y pregunta "¿qué hace falta que hagamos las víctimas para que se investigue una causa?", al tiempo que añade que "a las familias les está saliendo muy caro buscar la verdad. En este caso tuvieron que pagar la exhumación de los restos de su bolsillo para que la causa se reabriera después del primer archivo de la Fiscalía. Ahora se vuelve a archivar. ¿Tenemos que ser las víctimas quienes llevemos a los ladrones de bebés al juzgado?, ¿a nosotros no nos asiste la justicia española?"

Y es que, en diciembre de 2013 la Fiscalía de Murcia archivó la denuncia presentada por los padres de un bebé a los que, dos días después del alumbramiento, les dijeron que su hijo había fallecido por una insuficiencia cardiaca.

El parto se produjo en el Hospital del Rosell de Cartagena el 18 de julio de 1979, a los ocho meses de embarazo. Según la documentación el recién nacido pesó tres kilos y por una supuesta falta de oxígeno fue trasladado a las incubadoras.

Cuando les comunicaron la muerte de su hijo, al padre le pidieron que comprara una caja y la llevara al hospital. Además la familia adquirió en propiedad una tumba para inhumar el cadáver, lo que les permitió en abril de 2014 realizar la exhumación de los restos de forma particular.

"Esto es una vergüenza", califica Madrigal, que asegura también que "las víctimas del robo de recién nacidos nos sentimos abandonadas a nuestra suerte por una justicia incapaz de averiguar la verdad. Si el niño no fue robado, ¿dónde está su cuerpo? Seguimos pensando en que el quid de la cuestión está en contrastar los libros del Registro y del Hospital, a pesar de haberlo sugerido en varias ocasiones, siguen haciendo caso omiso de esto, la impotencia de las asociaciones de bebés robados y de las víctimas es brutal".

Este no es el único archivo, en la misma semana Fiscalía también ha archivado otro caso más en la Región, se trata del caso de una mujer que dio a luz en la Arrixaca Vieja (hoy Morales Meseguer), el 4 de febrero de 1973, a una niña que pesó 2.600 kilogramos.

"A ella le dieron el alta y a la niña la dejaron en incubadora para que cogiera peso, y el día 9 de febrero un médico le comunicaba a la madre que al día siguiente se podía llevar a su hija a su casa. Esa misma tarde la madre recibió una llamada informado que la niña había fallecido. El médico que firma el parte de defunción es ya un habitual en los casos de bebés robados de la Región", concluyen.

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