La peste del Genil vuelve a marear a los vecinos

  • La limpieza del cauce «sirve de poco», dicen.
  • IU denuncia vertidos diarios de aguas fecales al río.
Operarios limpian el cauce del Genil a la altura de la incorporación del Darro, en la tarde de ayer. (Paco Ayala)
Operarios limpian el cauce del Genil a la altura de la incorporación del Darro, en la tarde de ayer. (Paco Ayala)
Operarios limpian el cauce del Genil a la altura de la incorporación del Darro, en la tarde de ayer. (Paco Ayala)

Los vecinos del barrio Fígares tienen que volver a taparse la nariz.

Como cada verano, el hedor del río Genil se ha convertido en la comidilla de la zona. «Pensábamos que este año nos íbamos a librar, pero la limpieza del río parece que no es suficiente», se lamenta Enrique Margalef, un residente del barrio.

La peste es «tan insoportable que los clientes prefieren consumir dentro en lugar de hacerlo en la terraza», comenta María, de la Cafetería Genil. Los vecinos confiaban en que las labores de limpieza que desempeña el Ayuntamiento «una o dos veces a la semana» –asegura un comerciante, Manolo Alcalde– les libraría este verano de los malos olores, pero por ahora dicen que no es así.

El concejal de IU Manuel Morales denuncia la existencia de vertidos de aguas fecales desde el Sacromonte y Reyes Católicos, «desechos que van a parar al río». El edil afirma que Emasagra tiene catalogados estos vertidos, frente a los que «el equipo de Gobierno del PP no hace nada».

Una capa de nata y algas

Mientras varios operarios limpiaban ayer el agua a la altura del Puente Blanco, junto al Violón, una capa de nata y algas se extendía unos metros más abajo.

Los vecinos se quejan de que en esta época no pueden abrir las ventanas de sus casas por el fuerte olor y los mosquitos. Por ello, la portavoz de IU en el Ayuntamiento, Lola Ruiz, reprocha al alcalde que no haya ejecutado aún la intervención integral aprobada hace un año para mejorar la calidad de vida en el entorno.

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