Juan Díez Nicolás: "El poder real se lleva mal con la democracia"

El sociólogo y politólogo Juan Díez Nicolás.
El sociólogo y politólogo Juan Díez Nicolás.
JORGE PARIS
El sociólogo y politólogo Juan Díez Nicolás.

Ceñirse a 15 años en sociología es complicado. El sociólogo y politólogo Juan Díez Nicolás se retrotrae varios decenios, incluso siglos, ante cualquier pregunta. No hay explicación simple.

¿Los españoles somos más de derechas o de izquierdas respecto a 2000?

En 1977 éramos de centro-centro, pero en 1979 se desplazó hacia el centro y centro-izquierda con muy poca gente en los extremos. Y eso se ha mantenido desde entonces. Digamos que España es un país de centro-izquierda. De derechas en muchas cuestiones de seguridad, estabilidad, y de izquierdas en cuestiones relacionadas con justicia y política social.

¿La abstención perjudica a la derecha o la izquierda?

En 2000, el anuncio de coalición de IU y el PSOE provocó una desbandada del votante de izquierdas; sin embargo, en otras ocasiones ha perjudicado a la derecha como en 2004, tras los atentados de Atocha. Mi conclusión es que no hay dos elecciones iguales, siempre hay alguna sorpresa.

¿La juventud es distinta a la generación anterior en lo que a política se refiere?

Las juventudes son siempre distintas a las anteriores. El ritmo de cambio social se ha acelerado mucho, es exponencial. Lo es en población, en utilización de recursos y en la tecnología. Respecto al cuarto elemento del ecosistema, la organización social, también cambia de forma exponencial. Hace 200 años, una persona nacía y moría y su mundo no había cambiado en nada.

Según usted, en 15 años ha habido dos generaciones. ¿Qué identifica a los jóvenes de estas generaciones?

Las de ahora tienen varias características. El inglés es habitual para ellos. La segunda característica es que no han nacido en la opulencia, se han socializado en la crisis y saben que las cosas no vienen gratis. Lo peor ha sido para los que tenían 18 años en los ochenta [hoy 50 años], que venían de una sociedad de afluencia y se han encontrado de golpe con la crisis.

¿Cómo ha afectado la crisis a los más jóvenes políticamente?

Todo el movimiento del 15-M y la protesta. Llevo diciendo varios años que si surgía un líder populista de derechas o de izquierdas se iba a llevar a todo el mundo detrás. De la muerte del bipartidismo, los responsables son los dos partidos mayoritarios [PP y PSOE], pues lo han hecho muy mal los dos. Se han olvidado del electorado y se han dedicado a cuidar de los suyos. El origen de Podemos hay que atribuírselo al PP y al PSOE.

¿Hay desafección de los españoles hacia la política o hacia los políticos?

Hacia los políticos, pues al español le encanta la política. No obstante, hay una protesta contra los políticos en todo el mundo, simplemente porque se lo merecen. ¿Dónde están el Adenauer o el De Gaulle de ahora? De derechas o de izquierdas, me da igual. Incluso en España. ¿Se puede comparar Cayo Lara con Santiago Carrillo? ¿O cualquiera de los actuales con los de hace décadas?

¿Insinúa mediocridad?

Mediocridad a tope, pero no solo en política, en toda la sociedad. En la empresa, los bancos, incluso en el periodismo.

¿La crisis ha cambiado la percepción política?

Tras la II Guerra Mundial, se dio la confrontación capitalismo y comunismo, que tuvo una buena parte. El capitalismo, por la amenaza de las revoluciones impulsadas por Moscú, pensó que había que distribuir mejor, dando paso a las clases medias en todas partes, incluido España. Y eso atrajo el consumo. Con la caída del muro, el capitalismo financiero sustituye al industrial y con el fin de la amenaza revolucionaria, surge la tesis de "para qué vamos a repartir mejor, vamos a quedarnos con todo lo que podamos". Y por eso se han producido en estos últimos años unas desigualdades sociales como no hemos visto desde hace siglos y España ha sido paradigmático. Lo digo yo que nunca he sido de izquierdas, pero soy observador de la realidad.

¿Eso incrementa el descontento?

Ya lo dije en un artículo en 1979. El crecimiento demográfico lleva a una presión de los recursos, que afecta a la calidad de vida, y, por tanto, al descontento. Los que están arriba defienden sus privilegios y dicen que sean otros los que pierdan calidad. Lo que incrementa las desigualdades entre los países y dentro de cada país con un aumento de los conflictos. Y ante eso, la gente quiere autoridad. Mi pronóstico entonces fue un aumento de regímenes autoritarios de derechas o de izquierdas.

¿Se ha degradado en 15 años la democracia en España?

En España y en todas partes. Todas las utopías se acaban y lo que está pasando es que estamos al final del capitalismo y viene algo nuevo, distinto a la economía de mercado. Estoy convencido. El capitalismo financiero no lo mueven ni siquiera los bancos. El poder está más arriba, en los grandes grupos financieros como los Morgan, los fondos de las viudas escocesas o de los sindicatos americanos. Este es el único poder global, mundial. En cambio el poder político está fragmentado en 200 países, que dicen, son soberanos.

¿Esos nuevos modelos serán más democráticos?

La tendencia es hacia menos democracia, pues el poder real se lleva mal con la democracia.

¿Qué poder real?

El poder es conseguir que otros hagan lo que tú quieres.

¿Y quién tiene ese poder en España y en el mundo?

El capitalismo financiero, la City londinense y Wall Street, con los japoneses y los países del Golfo. Vamos hacia una sociedad con grandes desigualdades sociales.

Corrupción…

Es mi hobby. Llevo estudiando la mafia hace 20 años. Dije hace décadas que las mafias estaban entrando y ahora ya están instaladas en España, como en todo el mundo occidental. Estamos en la cultura de la mafia, gente aparentemente muy respetable. Para que un ministro se deje sobornar, por ejemplo en Nigeria, hay alguien en otro país que le ofrece dinero.

¿Eso es imparable?

No solo es imparable, ha ido a más. El dinero que se maneja en esos niveles es de tal magnitud…

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