El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha pedido al Gobierno que invierta entre 20.000 ó 25.000 millones de euros al año en infraestructuras porque eso permitiría que las empresas "ahorrasen y generasen empleos directos para estar al día" porque, ha añadido, el liderazgo de las empresas españolas en materia de infraestructuras se ha debido a "la gran inversión pública que se ha dado durante mucho tiempo en nuestro país".

Así, ha asegurado que la propia competencia entre las empresas ha llevado a un "éxito seguro" a nivel internacional, tal y como ha defendido durante su intervención este martes en Santander en el 'Foro global de ingeniería pública. Los ingenieros de Caminos, al servicio de la sociedad', que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En su intervención, Manrique también ha hablado de los trabajos de Sacyr en la ampliación del Canal de Panamá, llevado a cabo mediante la edificación de un tercer juego de esclusas y la ampliación del cauce de navegación, una obra que ha definido como "la mayor obra de ingeniería del mundo".

En su opinión, estas esclusas permitirán el paso de buques tamaño 'post-Panamax', que triplican el de los 'Panamax' y que actualmente no pueden navegar por este canal. Por ello, ha asegurado que esta obra conllevará un "impacto positivo" en la industria logística mundial y un "triunfo" no sólo para Sacyr, sino también para la Marca España.

En cuanto a la finalización de la obra, Manrique ha comentado que las pruebas de llenado de las esclusas se han llevado a cabo este lunes y que este proceso forma parte del inicio de operaciones que está previsto en las pruebas y control de calidad del sistema de compuertas, correspondiente a la fase actual de ampliación.

Por su parte, el director general de Estrategia, Sostenibilidad y Secretaría Técnica de Repsol, Pedro Fernández, que también ha intervenido este martes en este foro, ha pedido que se formalice "de una vez por todas el mercado único de la Unión Europea (UE), alinear las políticas de energía y clima con la política industrial, una convergencia europea en las políticas de eficiencia energética y solucionar el déficit de cualificaciones en áreas como la eficiencia, la tecnología o las matemáticas".

Asimismo, se ha mostrado a favor de definir un marco "favorable" a la industrialización porque "Europa ha venido perdiendo terreno en el competitivo entorno global, donde los países.

Todo ello, en aras de conseguir un marco más favorable para el sector de la ingeniería, del que considera que "puede aportar la flexibilidad para ser la base de los procesos de innovación y adaptación" que la industria europea necesita para preservar su competitividad en el futuro.