Una de las cuatro niñas que supuestamente fue víctima de abusos sexuales por parte de su profesor de kárate no acudió ayer al juicio tras sufrir una crisis nerviosa al saber que se vería cara a cara con su supuesto agresor.  «No paraba de llorar y sólo hubiera venido arrastrándola», indicó su padre.

Las otras tres niñas sí declararon. Lo hicieron a puerta cerrada y sin mampara pero protegidas con el cuerpo de una funcionaria y, según fuentes judiciales, estaban bastante serenas.

Ante la ausencia de la menor, acusación particular y fiscalía insistieron en que el tribunal admita como prueba su testimonio anterior. La sala decidirá hoy si la vuelve a citar, declara en su casa o abre un expediente a los padres por desobediencia.

Declaración por vídeo

El Consejo General del Poder Judicial y el presidente de la Audiencia apoyaron la decisión porque entra dentro del marco legal para mantener la presunción de inocencia. En Sevilla, una menor declaró ayer por videoconferencia en un caso parecido.

Un magistrado polémico

Pedro Martín es el conocido magistrado de este caso. De él es la resolución que dejaba sin indemnización a un obrero que en un accidente laboral quedó tetrapléjico. También dejó en libertad a un violador confeso porque se cumplieron los dos años de prisión preventiva. Sus defensores dicen que es riguroso con la ley, aunque tosco en el trato y las sentencias.