Nuevos sistemas podrían hacer que un coche no deje conducir a un conductor borracho

La rápida evolución de los automóviles permitirá, en un futuro próximo, que tengan suficiente autonomía como para que se conduzcan solos, como han demostrado el prototipo de Google o las pruebas que realizadas por Volvo, pero ¿podrán también detectar si un conductor ha bebido más de la cuenta para evitar posibles accidentes?

Es uno de los retos que la industria automobilística estadounidense intenta llevar a cabo, según recoge el diario The new York Times. El Departamento de Transporte de EE UU dio a conocer recientemente los últimos avances hacia el desarrollo de una tecnología 'anticonductores borrachos' que permitan a un coche detectar conductores ebrios y les impida encender el vehículo.

Expertos especializados en seguridad han demostrado cómo un nuevo vehículo de prueba equipado con almohadillas táctiles especiales pueden medir al instante si un conductor ha estado bebiendo alcohol. Según estos especialistas, las almohadillas podrían colocarse en el volante o en el botón de arranque de un vehículo —en el caso de que no tenga llave—. Este invento podría estar en circulación en una década, aseguran.

Otro sistema competitivo que también está en fase de desarrollo consiste en captar el aliento de los conductores y al instante analizar el contenido de alcohol. La investigación de ambas propuestas está siendo financiada en EE UU por el consorcio de fabricantes de automóviles y los reguladores como parte de un programa de seguridad vial denominado 'Sistema de detección de alcohol en el conductor'.

El objetivo es que al menos uno de estos dos sistemas —o ambos, combinados— esté listo para 2020 y disponible como equipo opcional en la mayoría de los vehículos que se vendan en EE UU.

Para que esto se lleve a cabo, estas nuevas tecnologías deberán ser "muy precisas, rápidas y totalmente pasivas", valora Jeff Michael, administrador asociado para la investigación y desarrollo del programa en la Administración Nacional de Seguridad Vial (la DGT estadounidense). "Tiene mucho potencial", asegura Michael.

Lo que está claro es que este sistema permitiría evitar muchas de las muertes en carretera que se producen por el consumo de alcohol: según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el 67,08% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en España a los que se les ha realizado análisis había ingerido alcohol.