El Diablo promociona lo nuevo de Nicolas Cage

Es una práctica habitual en la promoción de películas colocar encima de los carteles citas de algún crítico o publicación especializada con opiniones (meticulosamente positivas y generalizadoras) sobre el título en cuestión, animando a los espectadores potenciales a ir al cine para ver la "Maravillosa", "Emocionante", "Divertidísima" u "Obra maestra" que no se pueden perder. En el caso de Left Behind, un drama apocalíptico protagonizado por Nicolas Cage y Lea Thompson, ese papel prescriptor lo juega el Diablo, leemos en Badass Digest. Es al mismísimo Satán a quien se cita diciendo "Por favor, no lleven a no creyentes a ver esta película", un mensaje que los responsables de márketing esperan que sea interpretado al contrario (nunca hay que hacer caso a la Bestia negra) y los cines se llenen de no creyentes que quizás abandonen la sala como conversos.

Ya sabemos que Dios vende entradas y que a las iglesias les gusta finaciar cierto tipo de cine... ¿pero utilizar a Satanás como reclamo utilizando psicología inverso? Hay que reconocerle a Left Behind que eso es alcanzar un nuevo nivel. ¿Y qué se le ha perdido a Lucifer en ella? Probablemente sea porque se trata de una historia ambientada durante el evento bíblico del Rapto —como al principio de la serie The Leftovers—, momento en el que Cristo vuelve a la Tierra y se lleva las almas de vivos y muertos que estaban a su lado mientras los no creyentes hacen frente a los horrores del Apocalipsis —como en la comedia Juerga hasta el fin—. Se trata de una nueva adaptación del bestseller religioso de Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins que ya fue llevado al cine —directo a vídeo, más bien— en el año 2000 con Kirk Cameron como protagonista. A continuación puedes ver el tráiler.